Un juez moderado se destaca en las entrevistas para presidir el TSJA

El magistrado Joaquín García y Bernaldo de Quirós se destacó ayer como uno de los aspirantes más sólidos a presidir el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en las entrevistas a las que se sometieron los cinco candidatos al cargo ante la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial. Bernaldo de Quirós, presidente de la Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJA en Málaga, presentó un programa de gobierno para tiempos de crisis.

Frente a la petición generalizada entre las asociaciones judiciales de crear más juzgados y tribunales para mitigar el colapso, Bernaldo de Quirós propuso generalizar planes de actuación similares a los que han permitido en su sala aumentar en un 207% la capacidad resolutiva y ahorrar 89.000 euros en tres meses. "Si no nos chequeamos antes en materia de eficiencia no podemos exigir a la sociedad que haga un esfuerzo inversor", reflexionó.

El candidato de la APM parte con los vocales progresistas en contra

Bernaldo de Quirós pertenece a la moderada Asociación Francisco de Vitoria, la segunda agrupación en número de afiliados, pero que no cuenta en la actualidad con ningún presidente de tribunal autonómico. El magistrado, muy respetado como jurista, no perdió el tiempo en glosar su currículo y destacó su perfil como gestor. Abogó por contar con expertos universitarios para descargar de trabajo administrativo y de documentación para que los jueces puedan dedicarse a poner sentencias. La intervención de Bernaldo de Quirós fue muy alabada por vocales de todas las sensibilidades: "es de justicia felicitarle por su esfuerzo, su creatividad y por las mejoras que ha introducido en la organización", le dijo Claro José Fernández-Carnicero, vocal a propuesta del PP.

Antes de Bernaldo de Quirós, abrió las entrevistas, por riguroso orden alfabético, el presidente de la Audiencia Provincial de Málaga. Francisco Javier Arroyo Fiestas, afiliado a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM), fue de menos a más en su intervención. Arroyo, cuya elección se dificulta al tener en contra de partida a los vocales progresistas, afirmó que si resulta elegido impulsará los procedimientos de mediación para evitar que numerosas causas que se podrían resolver sin recurrir a los juzgados colapsen los tribunales y que los jueces "se dediquen a los asuntos que merecen de verdad su atención". También pretende aliviar los juzgados más congestionados -especialmente los mercantiles, los sociales y los contenciosos- con profesores universitarios que ejerzan de jueces suplentes en los casos más rutinarios.

Pese a estas soluciones paliativas, Arroyo no dejó de reclamar la creación de más puestos de jueces. "La ratio de trabajo exigiría duplicar los órganos judiciales; no crear uno o dos, duplicarlos". En el turno de preguntas, Arroyo afirmó que en los tribunales malagueños encargados de las macrocausas de corrupción ha observado "síntomas de agotamiento" entre los magistrados. "Algunos adoptan actitudes casi heroicas. El sábado pasado uno de los magistrados estaba en la UVI con una válvula cardiaca, y el lunes presidía un tribunal pese a mis órdenes expresas".

El vocal progresista José Manuel Gómez Benítez trató de poner en aprietos a Arroyo por la organización de los macrojuicios de corrupción y le recordó el extravío de varios tomos del sumario del caso Ballena Blanca. Arroyo recordó que el caso más complejo, Malaya, con 96 procesados, se juzgará a partir de septiembre y que las vistas de Minutas y Ballena Blanca ya han comenzado. "Conseguir que los juicios arranquen y avancen ya es un éxito. Luego el resultado gustará o no, pero el sistema ofrece unas garantías enormes".

El tercer entrevistado, Lorenzo del Río, presidente de la Audiencia de Cádiz, y también vitorino, ofreció el discurso con más calado político. Del Río habló de "romper la imagen corporativista" de los jueces y de "fomentar la participación, la comunicación y la democracia interna".

El turno de la tarde lo abrió el presidente de la Sección Segunda de la Audiencia de Almería, Juan Ruiz-Rico, de la Francisco de Vitoria, quien planteó modernizar el lenguaje judicial para acercarlo al ciudadano. El último entrevistado fue Rafael Toledano, al que los progresistas ven también con buenos ojos y que domina los entresijos del TSJA al ser jefe de gabinete del todavía presidente, Augusto Méndez de Lugo. Toledano reconoció que "se ha perdido el impulso inicial de la puesta en marcha de la nueva oficina judicial".