Zara viaja a la India
Acelera su crecimiento en Asia Pacífico con unos precios mayores que en Europa
Igual que pasó en China, la clase media de 'South Delhi, una de las zonas más influyentes de la capital india, ha estado muy pendiente de la apertura de la primera tienda Zara en el país, anunciada durante semanas en el espectacular hall del Citywalk Commercial Centre y que tuvo lugar con gran fanfarria el sábado último. Aunque cautelosos, en Arteixo (sede del grupo) no parecen dudar de que su viaje a la Indía resultará tan exitoso como su expansión en China, donde entraron en 2006 y tienen ya 68 tiendas de cinco de las distintas marcas de Inditex.
De repetir su fuerte progresión de aperturas en las grandes ciudades de China, Inditex estaría en condiciones de asegurar sus habituales ritmos de veloz crecimiento durante los próximos 10 o 15 años. A fin de cuentas, China e India suman 3.000 millones de habitantes, la mitad de la población del globo. Y lo que es más importante, ambos países registran una explosión estratosférica de sus clases medias, lo que convierte el desembarco de Inditex en una apuesta segura. Según AT Kearney, el sector de distribución en la India factura ya unos 450.000 millones de dólares.
Se ha aliado con Tata y tiene previsto abrir en breve otras dos tiendas en India
La crisis no está afectando en Asia a las ventas de Inditex, que siguen creciendo
Se trata, además, de zonas que apenas han notado la crisis. "Las ventas en Asia han seguido creciendo al fuerte ritmo habitual", afirman en la sede del grupo, que, de todos modos, ha elevado sus ventas en 2009 un 6,5%, hasta 11.084 millones. Si algo puede sorprender de verdad es que Inditex no se hubiera lanzado antes. Mango o H&M ya llevan tiempo ahí. El grupo, que entró en China continental en 2006 (en Hong Kong en 2004), mucho después que sus rivales, se va a encontrar en India con sus vecinos habituales en centros comerciales de medio mundo. En el Citywalk de Delhi estará frente a marcas como Tommy Hilfiger, Benetton o Calvin Klein.
Es posible que el desembarco, programado en 2008 y firmado con Tata en febrero de 2009 en A Coruña, haya tardado más de lo previsto, dadas las dificultades del mercado indio, muy intervenido por el Estado. En Inditex reconocen que India es más difícil que China, "en parte debido a la obligación de contar con un socio local". Inditex, que tuvo que ponerse a la búsqueda de ese socio, logró encontrar su media naranja en Tata, uno de los mitos del mundo corporativo indio cuya división de distribución, Trent, se quedará con el 49% de la joint venture formada entre ambos grupos, Inditex Trent Rettail India. Es un socio ideal, dado su prestigio y la variedad de sus negocios. Sus actividades abarcan desde el automóvil hasta los hoteles, pasando por las TIC, la electrónica de consumo, la distribución, los servicios financieros, la industria, el transporte aéreo o las telecomunicaciones.
Aunque Inditex implantará en India su formato habitual, con la misma imagen, diseño, organización y productos que en todo el mundo, el apoyo de Tata le resultará útil, al menos en la fase inicial. Trent lleva desde finales de los noventa en el retail, en el que tiene tres de las mayores cadenas de India: Westside (moda), Star Bazaar (hipermercados) y Landmark (librerías). Westside funciona en un segmento muy similar al de Inditex. "Su aportación resulta interesante", comenta un portavoz del grupo, "por su experiencia inmobiliaria y en el sector de 'retail' y por su conocimiento del mercado, lo que nos ayudará a localizar las tiendas". Tata aporta también un valioso know how en materia fiscal, legal y unas buenas relaciones con las distintas administraciones, esencial en India. Pero no se descarta que a medio plazo, una vez extinguida la obligatoriedad legal de ir con el socio local, Inditex se independice. Así lo ha hecho en Japón, Alemania o Italia, donde acabaron comprando la participación de sus socios.
En Arteixo no quieren hacer vaticinios. Aun cuando se ha especulado con una cifra de 25 aperturas para los próximos dos o tres años, la empresa, que abrirá estos días otra tienda en Mumbay (la capital económica del país) y una tercera también en Delhi, no quiere avanzar previsiones. "Creo", dice un portavoz, "que el ritmo será similar al de China, donde abrimos 41 tiendas el año pasado". Al igual que ocurrió en ese país, donde Inditex se pasó dos o tres años aprendiendo, también en India irán con cuidado en la fase inicial para después acelerar. De momento, China es ya el primer mercado en la zona, por delante de Japón (50 tiendas). "Tenemos que ir aprendiendo sobre la marcha, comprobar si la propuesta es correcta, la reacción de los clientes, y hallar buenas localizaciones".
Pese a las diferencias culturales y económicas con China, Inditex actuará en India en el mismo segmento, la clase media alta; un posicionamiento distinto del de Europa, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Singapur, donde las marcas de Inditex se perciben como del segmento medio (e incluso medio bajo).
El desembarco en Delhi y Mumbay era la última pata que faltaba para que Pablo Isla, el consejero delegado del grupo, empiece a consolidar su estrategia de hacer de Asia, tal como dijo hace meses, "el mercado prioritario". Asia-Pacífico, donde el grupo gallego cuenta con 189 tiendas y que no representa mucho más del 5% de su facturación, doblará su peso en las ventas de Inditex en 2012. Y eso será solo el principio. "Nuestra idea", apunta un portavoz, "es que toda el área asiática (Medio y Próximo Oriente incluidos) pase del actual 12% de las ventas al 20% en 2012".
En Inditex dicen que la expansión en India depende más de la aceptación de los consumidores y de la buena afluencia a los centros que de eventuales problemas de financiación. "La inversión en las tiendas", explican, "no es muy alta y, además, se logra rápido un flujo de caja suficiente, de modo que lo natural es que alcancemos el equilibrio en dos años". Lo asombroso es que el grupo gallego, que pese a su expansión en Asia seguirá con su sistema tradicional de logística centrado en España, aplica en China y aplicará en India precios al menos un 10% superiores a los de Europa y EE UU. ¿Es lógico? "Sí", afirman, "porque el baremo que utilizamos para fijar precios en una zona no son los costes, sino el posicionamiento. Y ahí estaremos en la franja alta del mercado". -
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