'Twittear' en 1986

Mayo de 2010. El portal tecnológico Techcrunch se hace eco de una somnolienta entrada en Twitter con origen en la ciudad de Chicago. "Ugh… la escuela realmente me está deprimiendo. Menos de una hora para ir". Nada particular en que a un adolescente perezoso se le peguen las sábanas si no fuera porque la cuenta está a nombre de Ferris Bueller, personaje icono del cine teen de los ochenta y protagonista de las mejores pellas jamás filmadas: las de la película Todo en un día. Más tarde, y siguiendo una cadena de acontecimientos familiar para cualquiera que haya calentado un termómetro con una bombilla, el mismo Ferris Bueller dice: "No tengo ganas de ir a la escuela hoy… Creo que tengo un plan".

Ferris Bueller se dirigía al espectador. Ya en 1986, contarlo era básicamente lo que molaba

Empieza así una serie de entradas que recrean a tiempo real y en 2010 el "día perfecto" reflejado en la película dirigida por John Hughes, y que desde su estreno en 1986 sabemos que debe incluir a tu mejor amigo, tu novia, un flequillo y un Ferrari. El experimento responde a la pregunta de cómo hubiesen afectado los actuales sistemas de comunicación online a historias clásicas. Si Ferris Bueller hubiese hecho pellas en 2010, las hubiese retransmitido por la Red a su grupo de seguidores (followers). De hecho, en la película, Bueller se dirigía al espectador en varios momentos mirando directamente a cámara. Sabía que contarlo es básicamente lo que mola.

Pero el Ferris Bueller de 2010 no sólo emplea Twitter, sino también Foursquare, la nueva red social en la que va dejando constancia de los lugares de la película que visita. El director John Hughes escribió Todo en un día con la intención de reflejar el auténtico espíritu de Chicago, y es la actual oficina de turismo de dicha ciudad la que está detrás de todo el experimento, devolviendo así el homenaje a Hughes y eligiendo su película como parte de la campaña OnLocationFoursqareBadge. El objetivo: promover visitas a lugares emblemáticos donde se rodaron algunas de las películas más famosas de la historia del cine, entre ellas también The Blues Brothers, El caballero oscuro o Alta fidelidad.

Pero este tipo de experimentos con la ficción online no es aún muy frecuente en una red ahíta de realidad. Existe el fenómeno fanfiction, que es la recreación por parte de fans de historias o personajes originales de películas, libros o series de televisión, a menudo derivando hacia húmedos y explícitos territorios, y donde Batman y Robin (el fenómeno, en clave gay, se conoce como slash) y Xena, la princesa guerrera (en clave lésbica, femslash), son grandes protagonistas. Pero se trata de un movimiento que, aunque impulsado por la Red, es básicamente literario. Todavía no se han aprovechado las posibilidades que ofrecen las nuevas herramientas: instantaneidad, acceso móvil, elementos audiovisuales, etcétera. ¿Podría darse en un futuro un nuevo género? En los comentarios del artículo de Techcrunch, un usuario pide que alguien haga algo parecido a Todo en un día con la serie 24.

Con esa perspectiva de futuro que aúne nuevas herramientas de Internet con la promoción y creación cinematográfica, la National Film Board de Canadá (NFB, una de las instituciones audiovisuales más prestigiosas del mundo, que acaba de poner a disposición del público brutos de su catálogo para que sean "remezclados" por los usuarios) convocaba en la última edición del mercado audiovisual MIPTV de Cannes un concurso para el desarrollo de aplicaciones avanzadas. Y ha sido un grupo de amigos con sede en Santiago de Compostela los que acaban de poner una pica en Toronto ganando el concurso.

El invento: Augmented Films. La oportunidad: un contrato para desarrollar dicha aplicación para la NFB. "Ellos ya habían desarrollado una aplicación para iPhone que fue finalista en los Webby (los Óscar de Internet), y buscaban que alguien desarrollase lo siguiente", explica María Yáñez, responsable de contenidos de la empresa ganadora, A Navalla Suiza. "Pensamos en movilidad y territorio. Utilizamos realidad aumentada, que ya funciona hoy a partir del lugar que enfoques con la cámara de tu móvil. La aplicación trata de conectar las películas con la realidad a través de los espacios en los que se rodaron, dando todo tipo de información y contenidos. No pensamos sólo en ejemplos típicos como Sexo en Nueva York, sino en jugar con el imaginario audiovisual que puede haber alrededor de cada lugar, que muchas veces no es tan evidente. Si no conocemos las películas previamente, ya tendremos una poderosa razón para verlas: están relacionadas con el sitio donde estamos". Y con un fuerte componente colaborativo: "La gente enriquecerá las películas, se podrá añadir contenido, desde el más currado tipo fanfiction hasta añadir recreaciones, homenajes, así como hacer check in en las localizaciones. Lo que nosotros llamamos hacer filmspotting, un concepto que resumirá todas las posibilidades".

Se vislumbra así un futuro que da nuevos sentidos a la expresión "vivir un día de cine". Como el del propio Bueller, hasta que por fin todo acabe, como en su Twitter, con un nostálgico "¿Aún estás ahí? Se ha acabado. Vete a casa… Vete".