Alarte exige a Camps que pague a los municipios
El PSPV no apoyará la Ley de Régimen Local si el Consell no salda su deuda
Los socialistas pasaron ayer al ataque. Los populares salieron el martes en tromba a criticar el decreto del Gobierno que prohíbe a los ayuntamientos endeudarse en 2011. Se quejaron de los recortes impuestos por Zapatero y le echaron las culpas de la quiebra municipal.
La réplica llegó ayer de la sede de los socialistas valencianos, que exigieron al presidente Francisco Camps que pague los 3.000 millones de euros que debe a los ayuntamientos de la Comunidad desde 1999 en concepto del Fondo de Compensación Local. Los socialistas no apoyarán en las Cortes la Ley de Régimen Local si el Consell no salda su deuda con los municipios. "El problema de los ayuntamientos no es que puedan pedir más créditos, sino la tremenda deuda de la Generalitat", manifestó el secretario general del PSPV, Jorge Alarte.
Alborch insta a Barberá a presentar una propuesta de reducción de sueldos
En un encuentro con alcaldes socialistas en la sede del partido, Alarte anunció la convocatoria de plenos extraordinarios en centenares de municipios valencianos, antes del 15 de junio, para obligar al Consell a pagar los 70 euros por ciudadano que establece la Declaració d'Elx, surgida de la reunión el pasado octubre de la dirección de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en la localidad ilicitana. La federación pedía en esta declaración a la Generalitat la creación de un fondo incondicionado, que complete la financiación del Estado de acuerdo con la población del municipio.
"No votaremos a favor de la ley [de Régimen Local] si Camps no se compromete públicamente y con garantías a abonar el dinero que debe a los consistorios", agregó. Con Alarte estuvieron los alcaldes de Elche, Alejandro Soler, el de L'Eliana, Josep Maria Àngel, la de Quart de Poblet, Carmen Martínez, el de Morella, Joaquim Puig, y el de Benicàssim, Francesc Colomer.
Los insultos que la alcaldesa de Valencia profirió el día anterior contra Zapatero -lo llamó "miserable", "ignorante" e "inmoral político", e incluso aludió al supuesto hartazgo de su esposa-, trajeron cola. Carmen Alborch, portavoz municipal socialista de Valencia, calificó la reacción de Barberá el día anterior de "despropósito" y añadió que sus insultos y amenazas al presidente son una falta de respeto institucional y una salida de tono impropia de una alcaldesa. "Las felicitaciones que asegura recibir [por sus manifestaciones contra Zapatero] no son nada comparadas con el asombro y la estupefacción que sus palabras causaron en toda España", dijo.
La portavoz socialista, sorprendida por la negativa de Barberá a un recorte de salarios -de acuerdo con lo acordado por la Federación Española de Municipios y Provincias, también por los alcaldes del PP-, le pidió ayer que presente una propuesta de reducción. El Grupo Socialista del Ayuntamiento de Valencia, por boca de su portavoz, está dispuesto a estudiar cualquier medida que reduzca el elevado gasto municipal.
Alborch aseguró que las medidas aprobadas por el Gobierno son "tan dolorosas como necesarias", sobre todo, para Valencia. "Lo trágico para este consistorio no es el decreto, sino el despilfarro de Barberá y los incumplimientos de Camps. Y si alguien tiene que dimitir es Camps y no Zapatero", replicó.
La alcaldesa, que el martes destacó que no seguiría ninguna instrucción de la FEMP de rebajarse el sueldo, se mostró dispuesta ayer a recortar hasta un 15% las retribuciones de cargos públicos y funcionarios de Valencia. "Si hay que llegar hasta el 15%, lo haremos, pero ya tenemos siete puntos menos de poder adquisitivo", se lamentó. De las críticas por sus insultos a Zapatero, Barberá dijo que Alarte no se había disculpado con ella a pesar de haberla llamado en el mitin de Elche "deshonrada".
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