Una temporada más y sin ataduras

A falta de la firma pertinente y tal como estaba previsto, la Comisión Ejecutiva del Atlético ratificó ayer en el cargo al entrenador, Quique Flores, que devolvió al club el orgullo y los títulos perdidos. El informe del director deportivo, Jesús García Pitarch, se quedó en una mera formalidad. El consejero delegado y máximo accionista, Jesús Gil Marín; el presidente, Enrique Cerezo; el vicepresidente Antonio Alonso y Óscar Gil Marín, miembro del organismo, ya tenían decidida su posición antes de la reunión.

El preparador que devolvió al conjunto del Manzanares a lo alto del pedestal 14 años después del doblete seguirá una temporada más. Sin condiciones, salvo la apuesta por un proyecto de futuro y la permanencia del equipo de trabajo -Fran Escribá, su segundo; Emilio Álvarez, el entrenador de porteros, y Jordi García, el preparador físico- con el que llegó. Sin cláusulas. Por iniciativa propia. El título de la Liga Europa y el subcampeonato en la Copa frente al Sevilla no le animaron a incluir ningún tipo de renovación automática en función de los objetivos alcanzados. "Podría haberlo hecho, pero no soy de arañar contratos. Me gusta ser libre, sin ataduras para nadie. Así se trabaja mejor... Si algo no cuadra al final de la temporada, se soluciona sin problemas añadidos. Si hay satisfacción por todas las partes, la continuidad no llega forzada", resume el técnico, que no quería entrar en un tira y afloja como el que el club y Abel Resino -tras clasificar al equipo para la Liga de Campeones- mantuvieron el pasado verano.

"Quique Flores es todo un señor. Se ha adaptado a las circunstancias del Atlético de una manera muy rara para los tiempos que corren", asienten los responsables del club, que le mejorarán la ficha anual, un millón de euros. "Estaría bueno que no lo hiciéramos con los resultados que ha conseguido... Es lo mínimo, ¿no?", prosiguen en el ala noble del Calderón. Las preocupaciones del cuerpo técnico van más allá de la mejora del sueldo: "Eso es un tema menor. Ya dijimos que si nos quedábamos era porque nos convencía el aspecto deportivo".

Con 300 millones de deuda, el Atlético ha cuadrado el presupuesto de la temporada, de 120 millones, gracias al éxito en Europa y la final copera del Camp Nou. Aun así, haberse quedado fuera de la Liga de Campeones dejará de reportarle el curso que viene 20 millones con los que contaban los responsables de la parcela económica. Por eso, para formar un equipo que pelee por los primeros puestos de la Liga, algunos círculos del club apuntan la necesidad de vender a alguna de las figuras. Agüero, con 60 millones de cláusula -Forlán ya ha dicho, desde la concentración con Uruguay, que no se mueve del Atlético-, suena como la mejor opción para compensar una plantilla muy corta.

"Me iré si el club lo necesita", ha dicho en reiteradas ocasiones el Kun, desconsolado tras perder contra el Sevilla en Barcelona en lo que pareció una despedida. En el Atlético hacen cálculos y creen que su salida les serviría para reforzar las bandas, tanto en la línea defensiva como en los puestos de interior -el medio estaría cubierto con las llegadas de Fran Mérida, del Arsenal, y la recompra de Mario Suárez, al Mallorca, que se están ultimando, siempre que Tiago, cedido por el Juventus, continúe-, y que permitiría fichar al menos a dos delanteros "determinantes, que pelearan por el puesto".