Los directivos de la CAM no aclaran al consejo el futuro de la caja
Malestar entre los vocales del órgano de gobierno por la falta de información
Caja Mediterráneo (CAM) es un hervidero de rumores. Desde que hace casi dos semanas se rompiera a última hora la negociación con Cajamurcia, la entidad vive un sprint de contactos a muchas bandas y de opciones que aparecen y se desvanecen que ha desatado los comentarios e incluso filtraciones interesadas. Y los responsables del proceso negociador, con el presidente de la caja, Modesto Crespo, y su secretario general, Roberto López, a la cabeza, tampoco aclaran el escenario.
Ayer, el punto caliente del consejo de administración y de la asamblea fue el de las fusiones, aunque no estaba en el orden del día. En el consejo, los máximos responsables de la entidad solo aseguraron que se mantienen contactos con muchas cajas distintas, recurriendo incluso a intermediarios financieros, y que el escenario está abierto. Tanto, que entre los nombres mencionados en la reunión se citaron contactos con BBK, Cajastur e Ibercaja, e incluso con Cajamurcia. Pero insistieron en que hay más. Bancaja y Caja Madrid están a la cola del interés de la CAM. Las prisas, las presiones y la falta de información que rodean al proceso han acabado por irritar a algunos consejeros.
La entidad baraja como mínimo cuatro posibles opciones de fusión
Tras el consejo, la asamblea general ordinaria arrancó en medio de una protesta de sindicalistas de CGT contra los recortes sociales y también contra cualquier fusión. La asamblea fue corta y aunque se aprobaron las cuentas de 2009 y la distribución entre los propietarios de cuotas participativas de un dividendo complementario de 0,0891 euros por título, el proceso de fusión volvió a centrar el interés. Las intervenciones sindicales expresaron preocupación por los empleos, aunque dieron su confianza a la dirección. Y López se limitó a decir que se busca la opción más viable, con menor coste social y que no aleje la caja de Alicante. Y nada más.
Por su parte, Gaspar Hernández, consejero general socialista, preguntó por el papel del presidente Francisco Camps en el proceso negociador de fusiones, tras considerar que la parálisis que sufre el Consell contrasta con el papel que están jugando otros presidentes autonómicos. Crespo aseguró que Camps y los responsables económicos de la Generalitat están apoyando a la caja. Tras la asamblea, Crespo y López volaron a Madrid.
Las conversaciones entre CAM y BBK refieren a un Sistema Institucional de Protección (SIP) o fusión fría. La caja resultante sería la tercera de España, por delante de Bancaja, informa Íñigo de Barrón. El Banco de España apoya la operación.
Al margen del 30 de junio, fecha límite para que las entidades que acojan a fusiones logren recursos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), la CAM defendió no tener otros plazos. No obstante, en el sector es conocido que la entidad está presionada por el supervisor para que decida una operación cuanto antes porque considera que, en ningún caso, puede continuar por sí sola.
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