El traspaso de la gestión del litoral a la Junta embarranca sin fecha

Los chiringuitos de las playas andaluzas afrontan el verano de 2010 en la misma situación de provisionalidad que se pactó para el pasado. Todos continúan donde están, de momento, pero sigue pendiente la regularización definitiva de los que se ajustan a la Ley de Costas, y el traslado, o la solución que en cada caso se adopte, de los irregulares. La paz sellada hace un año por el sector y el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino incluía el compromiso de transferir las competencias sobre gestión del litoral a la Junta de Andalucía, y que esta pusiera orden en las concesiones.

La Junta anunció repetidamente que el traspaso se firmaría en el primer trimestre de este años. Sin embargo, la negociación entre los gobiernos central y autonómico permanece estancada y sin fecha de conclusión, según admiten ambas partes. Esta parálisis desespera a los empresarios de chiringuitos, que exigen la transferencia convencidos de que la administración autonómica será más comprensiva con el sector que el ministerio.

La Junta anunció que la transferencia se produciría en el primer trimestre

De momento, el ministerio ha autorizado 642 chiringuitos que no presentan ningún inconveniente legal y ha aprobado "casi todos" los planes de servicios de temporada (hamacas, sombrillas, hidropedales y kioskos desmontables) que han solicitado los ayuntamientos. Tanto las concesiones de chiringuitos y bares fijos -que se suelen otorgar por 15 años- y las autorizaciones de explotaciones de temporada se conceden a los ayuntamientos previa petición de estos. Posteriormente los municipios sacan las instalaciones a concurso público.

Según la Secretaría General del Mar, más del 90% de los establecimientos podrían permanecer en su ubicación porque cumplen la Ley de Costas, al margen de que tengan una situación administrativa normalizada o pendiente de cumplimentar. Apenas el 20% de los chiringuitos tiene la concesión en regla.

En la primavera de 2009, el ministerio empezó a sancionar y a advertir a los empresarios de que iban a perder la concesión de los chiringuitos. La presión del sector llevó al recién nombrado presidente de la Junta, Juan Antonio Griñán, a reclamar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el traspaso "urgente e inmediato" de la gestión del dominio público marítimo-terrestre, que incluye las concesiones para ocupar el litoral. La petición se realizó en un encuentro que ambos políticos mantuvieron mantuvieron el 17 de junio de 2009, dos días después de que el ministerio, ante la presión del sector y de la Junta, asegurara que todos los chiringuitos podrían mantener en el verano su ubicación y condiciones. La Junta se quejó por la falta de tacto con un sector que tiene una importancia estratégica en la economía andaluza.

Zapatero no puso objeciones al traspaso, y en octubre se constituyó la ponencia técnica entre ambas administraciones para definir los medios materiales y el personal a transferir. El secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, anunció que en el primer trimestre de 2010 se firmaría el decreto de traspaso para que la Junta ya pudiera ordenar el sector ante el verano. Se presumía que el trámite sería rápido porque ya existía el precedente de Cataluña, la única comunidad que tiene transferida la gestión de usos de la franja litoral. Además, la redacción del artículo que permite la transferencia es idéntica en los estatutos catalán y andaluz. A principios de enero, el entonces consejero de la Presidencia, Antonio Ávila, mantenía que el traspaso se produciría en el primer trimestre.

Según fuentes del Ministerio de Administraciones Públicas, las condiciones del traspaso están prácticamente ultimadas y pendiente de que la Junta se pronuncie. El Gobierno andaluz sostiene que se está trabajando en lograr la transferencia pero que el tema no está resuelto, sin que se pueda fijar una fecha. "Lo importante es que el sector no va a tener ningún problema y tiene la tranquilidad de que todos los chiringuitos podrán permanecer como están este verano", mantiene un portavoz de la Junta. La administración andaluza admite que se trata de un tema "alambicado" y complejo, y que además se trata de una transferencia que en principio no estaba prevista.