El centrocampista imprescindible
Jurado, autor de siete goles en la Liga, es el único jugador que ha disputado los 61 partidos del Atlético en la temporada
Por si alguien tenía alguna duda, Quique Flores descubrió el sábado pasado, en El Molinón, una de sus mayores debilidades desde que llegó al banquillo del Atlético. El entrenador rojiblanco, que, con vistas al Fulham, no había incluido en la convocatoria a Forlán ni a Agüero, por no hablar de Simão, Raúl García o Assunção, no se contuvo y se llevó en el pesado viaje en autobús a Gijón -la nube de ceniza del volcán Eyjafjalla, la misma que obligó a adelantar el viaje a Hamburgo, ya hacía de las suyas- a Jurado. Rodeado de cachorros, el ex madridista jugó. Como manda la tradición.
A la chita callando, y nunca mejor dicho porque por sistema le paraliza una timidez muchas veces insondable, el fino centrocampista no se ha perdido un solo partido del equipo del Manzanares. El gaditano lo ha jugado absolutamente todo. Los 37 encuentros de la Liga (28 de ellos como titular), los ocho de la Champions (cinco), incluida la eliminatoria previa; los ocho de la Copa (seis) y los ocho de la Liga Europa (cuatro). Así hasta 61. Ni siquiera Forlán (54) y Agüero (52), las vacas sagradas del vestuario, pueden decir lo mismo.
"Sólo faltan las dos finales y el Getafe, el sábado, y cantaré bingo, aunque si lo hago es porque tuve suerte y me respetaron las lesiones", se arranca Jurado, que ha convencido al cuerpo técnico.
"Me alegro mucho por él porque está feliz y lo transmite en la cancha. Eso es una bendición porque nos genera un altísimo volumen de juego de tanta calidad que se ha ganado un reconocimiento y un prestigio. Encima, es infatigable", transmite Quique, que le ha sacado más provecho como enganche que arrimado a la banda.
"Jurado siempre está bien. Más allá de que se gane o se pierda, más allá de que tenga mejores o peores partidos, es un jugador que marca la diferencia con su calidad técnica. En muchos partidos nos ha echado una mano importantísima. Ojalá eso le agregue la motivación para culminar los objetivos que tenemos", opina Perea, que explica por qué muchas veces el futbolista más imprescindible del Atlético empieza los partidos en el banquillo: "El de Anfield es un buen ejemplo porque fue muy intenso de principio a fin. Las fuerzas flaqueaban, pero él entró fresco. Eso y que, técnicamente, es brutal, aunque lo que yo diga sobra, hizo que marcara tanto las diferencias". "Al Liverpool, al tener jugadores muy grandes como el Fulham, le complicó con su habilidad, que sobresalió todavía más porque estaba sobrado de energía", corrobora De Gea.
"Mi estilo de juego, mi forma de ser, reclama el control del balón. No entiendo el fútbol a la defensiva. Por eso me gusta tener la pelota el mayor tiempo posible. Para intentar jugadas, cosas diferentes, paredes, tiros... Quizás eso permite, cuando salgo, que el equipo sea más vertical", cree Jurado, que fue repescado con alguna duda que otra del Mallorca.
"Ha aprendido mucho allí. Con Gregorio Manzano maduró mucho y la verdad es que se merece jugar todos los partidos", interviene Assunção. "Por si fuera poco, es un ejemplo para los demás compañeros, otro caso de cómo se pueden utilizar mejor los recursos del vestuario. Y es que, cuando hablamos de Jurado, también podemos hablar de un delantero", afirma Quique. Por algo es el tercer realizador del equipo en la Liga, con siete aciertos -por los 18 de Forlán y los 12 de Agüero- mientras que en la Copa lleva dos. "Jurado aporta un poco más de juego entre las líneas y todos sabemos del gol que tiene. Tenemos mucha suerte de tenerlo de nuestro lado", le piropea Domínguez.
"Soy diestro, pero le pego también con la izquierda. Según como venga, porque mi padre me insistía de pequeño, como el de Forlán, en que lo hiciera así. Las cosas no son fruto de la casualidad. Hay que trabajarlas", se arranca el organizador, junto a Tiago, más fiable del Atlético. Aun así, Jurado valora más las posibilidades de pase que tiene por delante: "¿Cómo no hacerlo medianamente bien si dispongo de múltiples opciones, todas de lujo? Si no tengo a Agüero, tengo a Forlán, que cae mucho a las bandas y a veces incluso ejerce de mediapunta. Y por las bandas están Simão, un misil, y Reyes, otro que sabe lo que se hace. Y Salvio ya se está destapando... Me lo hacen todo más fácil". "¿Cómo no te vas a compenetrar con jugadores así?", concluye antes de sumirse en otro de sus silencios eternos.
"¡Pues claro que está en un buen momento! Si sois vosotros, los que escribís, los que no le dais la bola suficiente", le arropa Simão rozando el enfado.
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