"Hay que renovar para sentirse vivo"

El cineasta Carlos Saura se confesó ayer ante un auditorio repleto de jóvenes que sueñan con dedicarse algún día al séptimo arte. Y lo hizo hablando de su próxima película Io, Don Giovanni, una coproducción italo-española de casi ocho millones de euros y que se estrenará el 28 de mayo. Se trata de algo "personal, diferente, distinto" a las decenas de películas que se han rodado sobre Mozart o Don Juan. Dos mitos universales que el cineasta reinterpreta. "Lo mejor que puede hacer un director de cine es renovarse para sentirse vivo", admitió ante una de las preguntas de los alumnos del Centro de Estudios de la Ciudad de la Luz, que antes presenciaron el preestreno de esta película que desentraña la amistad y el trabajo entre Mozart y el judío Lorenzo Da Ponte que, exiliado tras ser acusado por la Santa Inquisición de masón y traidor, se trasladó a Viena en 1763, donde compusieron la ópera Don Giovanni, "uno de los mitos más universales de la cultura española", según destacó Saura.

El director, junto al productor Andrés Vicente Gómez, conversaron durante hora y media, y la directora del complejo cinematográfico, Elsa Martínez, asumió el papel de moderadora. El productor admitió que el proceso de gestación ha sido "muy largo", y complejo por desavenencias entre los diversos productores que fueron colaborando. El resultado final es una película "de riesgo, muy cara y que va contra corriente, no es para llenar centros comerciales y tampoco se puede catalogar como cine de autor", dijo el productor. El director mostró su lado más íntimo al recordar cómo su padre le dejó un millón de las antiguas pesetas para rodar La caza, y cómo su madre tocaba el piano en casa. "Por eso la música forma parte de mi vida", dijo. Saura recriminó a otros directores españoles que no se interesen tanto por la música en sus películas. Por último, Saura destacó el "excelente talento" de los actores italianos que participan en Io, Don Giovanni, un tributo a la música clásica y al Don Juan que "seduce y conquista" a las mujeres, para luego ignorarlas.