"No veo motivos para no seguir"
Pellegrini defiende su labor a un partido de cerrar el curso sin ganar un título
El Real Madrid es un club poliédrico. En Chamartín conviven unas cuantas realidades paralelas. Guti, que tras 14 años de servicio se despidió con un homenaje oficioso de Ultras Sur, una vez concluido el partido, vive en un ámbito aparte. A otra realidad corresponde Christoph Metzelder, el alemán, que ha jugado poco en las tres temporadas que ha transcurrido en el club y que, sin embargo, recibió un trofeo en el campo de la mano del presidente, Florentino Pérez, y del director general, Jorge Valdano, que lo abrazaron con afecto paternal como parte de una despedida oficial, diseñada por el protocolo. Alejado de todas estas realidades, pero, de momento, también en el Madrid, vive el entrenador Manuel Pellegrini, que dijo: "Yo me abracé a Guti tras el partido, pero no para despedirme de Guti, porque no ha habido una despedida oficial".
A Pellegrini le cuesta distinguir entre oficialismo y contracultura. Tampoco sabe muy bien por qué lo quieren despedir, aunque se confirme la semana que viene que no ganará ningún título. "No veo motivos para no seguir la próxima temporada", dijo, con la misma actitud elegante y digna que ha mostrado desde que llegó al club, a pesar de que en los despachos del Bernabéu se estudia la posibilidad de fichar a José Mourinho. "Las preguntas sobre mi continuidad habrías que hacérselas a la directiva, no a mí. En lo que a mí respecta tengo dos años más de contrato y nadie del club me ha comunicado nada que me haga pensar que no voy a seguir".
Hay algo extemporáneo en este entrenador con bagaje universitario, tan educado, tan empeñado en ser medido, en actuar con gentileza en un negocio que premia lo mismo a un profesor que a un canalla. A falta de un trofeo, a falta de un juego armónico, el hombre defiende su trabajo sacando las estadísticas contra quienes le acusaron ayer de no emplear extremos: "De 19 partidos jugados en el Bernabéu hemos ganado 18. Hemos marcado 56 goles, prácticamente una media de tres por partido. Las cifras están ahí. Una cosa es jugar sin bandas y otra no jugar por las bandas. ¿Cuántos goles han marcado los equipos que juegan con extremos fijos?", se preguntó.
"Nos queda una sensación amarga", prosiguió el técnico. "En el primer tiempo, con el Barça ganando, nos dominó la ansiedad. Se notó el desánimo. Pero al Barcelona le queda un partido, contra el Valladolid, que se está jugando el descenso. La pelea seguirá hasta el final. Nosotros tenemos que sumar 98 puntos para obligar al Barcelona a conseguir 99 si quieren ganar la Liga. Es difícil pero en el fútbol nunca se sabe. El Barcelona ha tenido motivos para celebrar como ha celebrado porque el del Sevilla era el partido más complicado que les quedaba esta temporada", prosiguió el técnico chileno tras la goleada de su equipo.
Pellegrini explicó la suplencia del brasileño Kaká con una argumentación predecible: "Kaká no fue titular por motivos físicos, no futbolísticos", dijo el entrenador tras la victoria ante el Athletic. "Ha reaparecido hace poco y tenía los aductores cargados. No hemos querido forzar y hemos preferido que apareciera en el segundo tiempo", cerró.
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