Crecimiento comparado

Una vez más, mis antiguos compañeros de Analistas Financieros Internacionales (Afi) presentan un magnífico trabajo que conjuga su demostradísima creatividad con el mayor rigor económico, ahora con el segundo volumen de su "contraste" centrado en la variable que más atención centra en nuestra economía: el crecimiento. Si el primer volumen, dedicado a la financiación de la economía, tampoco era baladí puesto que revisaba la realidad y evolución del sistema financiero, esta segunda entrega constituye hoy un instrumento de trabajo indispensable.

Crecimiento económico, sí, y "en contraste", realiza un riguroso análisis de la evolución de las variables que configuran la realidad última de nuestra economía desde la perspectiva que ofrece el momento actual, una de las más severas recesiones que ha sufrido la economía española como consecuencia de la crisis financiera global desencadenada en 2007, y que durante el ejercicio 2008 cruzó el Atlántico y asoló el Viejo Continente, con especial virulencia sobre nuestro país.

El carácter contrastado del análisis abarca dos décadas con el apoyo de series y gráficos que evidencian la profundidad del parón que vivimos. La economía española, y en cierta medida también la del resto de Europa, necesita un cambio de modelo de crecimiento.

Las limitaciones del patrón de crecimiento español centran buena parte del trabajo, que repasa la composición del crecimiento español de los últimos 20 años delimitando con precisión cómo ha evolucionado la renta por habitante.

Aunque la conclusión la conocíamos de antemano: la productividad ha contribuido poco al crecimiento, y ello se ha debido a la insuficiente o deficiente combinación de factores que determinan precisamente esa productividad, y no sólo a la del factor trabajo. Elementos o factores clave como el capital o la calidad de nuestras instituciones no han sabido acompañar la fase de expansión de la economía española más intensa de las últimas décadas, un crecimiento muy por encima de la media de las economías de nuestro entorno, aunque todavía estemos a la espera de certificar el alcance de la fase de caída para conocer cuál ha sido definitivamente ese diferencial.

El, insisto, excelente trabajo de los profesionales de Afi se articula en seis grandes bloques que corresponden acertadamente con los elementos que constituyen la base del crecimiento en contraste con los países de la Unión Europea (UE) y cuando resulta conveniente de la zona euro.

Así, comienza con la identificación de los principales indicadores que explican el crecimiento y la posición española en la economía global, y continúa con la composición del PIB, tanto por el lado de la demanda como de la oferta.

La tercera parte desmenuza con rigor los determinantes del crecimiento, los puntos fuertes y debilidades de nuestro tejido productivo -población, mercado laboral, productividad, capital tecnológico y humano.

El cuarto capítulo es la lógica consecuencia de los anteriores y, sin duda, uno de los que centrará mucha atención en el momento actual en el que tanto se habla de G-20, el Palacio de Zurbano o la Unión Económica y la coordinación en la UE: los condicionantes y las políticas de crecimiento -sector exterior, política presupuestaria y monetaria, y regulación de mercados-, casi nada.

Finalmente, los dos últimos capítulos de España en contraste. Crecimiento económico se centran en el mercado de la vivienda y en el bienestar social -precios, desigualdad y cohesión y medioambiente. -

Juan Moscoso del Prado es diputado a Cortes por Navarra (PSOE) y doctor en CC Económicas.