'El reverso de Truman Capote'
Doctorow escribió Welcome to Hard Times, su primera novela, mientras trabajaba como lector de guiones para Columbia Pictures. Todos los westerns que le llegaban eran tan redomadamente malos, ha dicho muchas veces, que acabó por escribir su propia versión semiparódica de la frontera. Después de Big as Life, una segunda novela decepcionante, Doctorow se encontró consigo mismo: en El libro de Daniel, su versión del juicio por espionaje del matrimonio Rosenberg, exploró ciertas obsesiones que se volverían constantes en sus libros, desde la relación del individuo con la historia hasta la escritura como manera de buscarle un sentido a la experiencia. Y entonces vino Ragtime, una novela distinta a todo lo que se había hecho hasta entonces en la literatura norteamericana: la novela cuenta la historia de una familia ficticia en los Estados Unidos de comienzos del siglo XX, y la entrevera con Houdini, Freud, JP Morgan, Emma Goldman y otros personajes históricos. "Es no ficción ficticia", dijo Doctorow en su momento. "El reverso de Truman Capote". Después de Drinks Before Dinner, su única incursión -no demasiado feliz, por lo demás- en el teatro, Doctorow abrió los años ochenta con Loon Lake, la historia de un muchacho emprendedor durante la Depresión de los años treinta, y la cerró con Billy Bathgate, la historia de un muchacho poco emprendedor metido en el mundo mafioso de los años treinta; en el medio están World's Fair (las memorias de un niño llamado Edgar que crece en el Nueva York de los años treinta) y Vidas de los poetas (una extraordinaria colección de relatos que, cosa rara, no ocurre en los años treinta). Con El arca del agua, una suerte de thriller moral cuyos protagonistas son la ciencia, el periodismo y el poder, Doctorow viajó al siglo XIX; la siguiente novela, La ciudad de Dios, regresa a finales del siglo XX, y es quizás la más compleja y ambiciosa: ahí están el Holocausto, el Big Bang y Frank Sinatra. Los cinco cuentos de Sweetland Stories son un fusilamiento sin contemplaciones del sueño americano; La gran marcha es la particular versión doctorowiana de un episodio de la Guerra de Secesión. Homer y Langley, novela que Doctorow ha publicado a sus 78 años, lo confirma como uno de los novelistas más frescos y enérgicos de la lengua inglesa. Frente a su obra, los lectores nos preguntamos qué diablos entendíamos antes por novela histórica.
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