Raúl, mes decisivo
Los médicos dan por cerrada la temporada del delantero, que sufre un esguince y debe resolver si cumple el año que le queda con el Madrid
Dieciséis años de gloria se toparon ayer con un parte médico de Sanitas: "Raúl sufre un esguince grado II con afectación del ligamento tibio-peronéo antero-inferior (sindesmosis), con un tiempo aproximado de baja mínimo de cuatro semanas".
La resonancia magnética determinó que el encontronazo de Raúl con Edmilson, el sábado en Zaragoza, puede dejar en el Madrid una cicatriz sentimental abierta. La Liga acaba en 20 días. Si Raúl no resuelve jugar cojo ante el Athletic, en el último partido del Bernabéu, el 9 de mayo, puede que abandone el Madrid sin despedirse de su hinchada.
El club no le rescindirá el contrato, que concluye en junio de 2011. Sin embargo, los mensajes subliminales que ha recibido Raúl han sido nítidos. El proyecto de Florentino Pérez implica una renovación generacional profunda en la que Raúl y Guti no tienen fácil encaje. El club espera que sea Raúl el que dé un paso al costado. La losa que debería soportar el dirigente que asuma públicamente la responsabilidad de rescindir el contrato de un mito es demasiado pesada. Como dijo Jorge Valdano, mentor de Raúl en sus inicios y ahora director general del club, "todo depende de Raúl".
Van der Vaart, con una rotura fibrilar, estará de baja un mínimo de 20 días
La ausencia del holandés da más problemas a Pellegrini que la del capitán
Valdano navega entre dos aguas. Respecto a Raúl, pertenece al sector moderado de la directiva. Desde otras zonas del palco se han observado con irritación los cambios del técnico, Manuel Pellegrini, que ha sido minucioso a la hora de conceder los últimos 20 minutos de todos los partidos al capitán. El presidente cree que el técnico está más pendiente de hacer política de vestuario que de aprovechar a los jóvenes talentos a su disposición, en especial a Benzema.
Lo cierto es que Pellegrini ha tenido que acometer varios retos estratégicos esta temporada y ninguno ha sido fácil. Dejar a Raúl en el banquillo hasta situarlo en un lugar marginal ha sido uno de sus trabajos más complejos. En el club hay responsables que lamentan que el técnico no se mostrase más claro de entrada y estableciera la coartada de las rotaciones para ir postergando al capitán. Otros dirigentes, como Valdano, valoran principalmente la actitud discreta de Raúl a lo largo de todo el proceso.
Raúl cobra 14 millones de euros brutos por temporada. Hay dirigentes que han albergado la esperanza de que el capitán renuncie a su nómina y deje el club ante la evidencia de su falta de protagonismo. Sin embargo, son pesimistas desde que escuchan a Raúl repetir públicamente que quiere seguir jugando al fútbol, que no se siente acabado y que incluso percibe que tiene un papel importante en la actual plantilla del Madrid, sea en el campo o en el banquillo. Los amigos de Raúl creen que, en caso de dejar el Madrid, se irá a jugar al extranjero, tal vez a Inglaterra, en busca de experiencias nuevas. Valdano admira su coraje, su inteligencia y su capacidad para interpretar los problemas del club, hasta el punto de que considera que tarde o temprano ocupará en el Madrid el lugar que ahora ocupa Pep Guardiola en el Barça.
Raúl cumplirá 33 años en julio. La lesión que sufrió en La Romareda, precisamente el campo en el que debutó en 1994, le deja fuera del equipo en el momento en que se abre un ciclo de reflexión en el seno del Madrid para resolver su futuro.
La lesión puede precipitar la resolución del contrato de Raúl o puede postergarla. Lo que es seguro es que su baja no será tan perjudicial para el equipo como la del holandés Van der Vaart. Ayer, el mediapunta fue examinado por los médicos, que, finalmente, también lo descartaron para lo que queda de campaña. El parte no ofrece lugar a dudas: "Sufre una rotura grado I-II del bíceps femoral izquierdo" y debe permanecer un mínimo de "tres semanas de baja".
La salida de Van der Vaart en Zaragoza coincidió con el principio de los problemas del Madrid, que hasta entonces había controlado el partido con precisión, velocidad de toque y presencia en campo contrario. Desde la derrota ante el Barça, el Madrid jugó -contra el Almería, el Valencia y el Zaragoza en el arranque- algunos de los mejores pasajes de la temporada. Las triangulaciones de Van der Vaart, Guti, Alonso y Gago -un cuarteto inédito hasta hace dos semanas- elevaron su juego a otro nivel. Un nivel que se perdió con la lesión de Van der Vaart.
Ahora, Pellegrini deberá reformar el equipo una vez más. Y no es la baja de Raúl la que más problemas le genera. Al contrario. Es la ausencia de Van der Vaart la que le obliga a buscar un enganche. Kaká ha dicho que no está para jugar 90 minutos. Tal vez su opción sea Benzema. Pero el técnico no acaba de confiar en el francés. Deberá abordar una reforma profunda antes del próximo domingo, cuando Osasuna visite el estadio Bernabéu.
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