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Marbella subasta viviendas y alquila sus edificios para lograr liquidez

El municipio paga 10 millones al año de intereses por la deuda que recibió del GIL

Juana Viúdez

Marbella necesita dinero con urgencia y está dando los pasos para conseguirlo cuanto antes. Una forma de lograr liquidez es vendiendo propiedades inmobiliarias, como pisos, plazas de garaje o trasteros, que un Consistorio normal no tendría en su patrimonio, pero que el municipio gobernado por Ángeles Muñoz (PP) ha heredado, vía judicial, de los gobiernos gilistas que saquearon la ciudad durante tres lustros.

El equipo de gobierno ya ha sacado a la venta un apartamento de lujo de la urbanización Golf Río Real. Este inmueble solían usarlo los concejales del Grupo Independiente Liberal (GIL) sin pagar alquiler alguno. La propiedad, de 380 metros cuadrados, está valorada en 503.000 euros y se subasta con garaje y trastero. La lista sigue con siete plazas de aparcamiento en el conjunto residencial Las Lomas del Marbella Club, a 15.000 euros la unidad, o el alquiler de la enmarmolada tenencia de alcaldía de Puerto Banús, que ocuparon en su día Isabel García Marcos o el fugitivo Carlos Fernández, ambos procesados en el caso Malaya.

"La idea es que todas las propiedades que sirvieron para cuadrar los convenios urbanísticos firmados durante el gilismo y a las que no se está dando uso, se hagan dinero efectivo para farolas, jardines o asfaltado", explica Félix Romero, delegado de asuntos jurídicos y portavoz del gobierno municipal.

La economía marbellí está muy resentida. El GIL dejó una deuda municipal de 512 millones de euros, que genera unos intereses de 10 millones anuales. Además, hay que sumar el parón económico generalizado. El gobierno de Ángeles Muñoz presume de haber "congelado los impuestos" para 2010. Incluso ha contratado grandes vallas publicitarias en las que aparecen billetes de 50 euros incrustados en bloques de hielo. Pero medidas de este calado implican que también llegue menos dinero a las arcas municipales.

Un típico problema matemático de primaria sirve para explicar la mala situación financiera: "Marbella prevé gastar 215 millones este año, pero sólo tiene 197 millones de recursos ordinarios. ¿Cuántos millones faltan?". Parte de esos 18 millones tendrían que lograrse con la enajenación o venta de bienes desaprovechados, como los apartamentos, las plazas de garaje y los locales. Pero no es sencillo. "Sacamos las plazas de garaje a subasta y quedaron desiertas, pero volverán a salir", cuenta el portavoz municipal. Lo mismo ocurrió con la cesión de uso de tres locales en el puerto deportivo por 193.207 euros, algo que ha hecho que el equipo de gobierno se plantee volver a sacarlas mediante un procedimiento negociado sin publicidad o con una rebaja de hasta el 25%.

La portavoz socialista, Susana Radío, alerta de que se están malvendiendo estas propiedades municipales, y asegura que otras medidas podrían sanear las arcas sin necesidad de despatrimonializar al Consistorio. Radío es especialmente crítica con la concesión administrativa por 40 años del edificio de la antigua Tenencia de Alcaldía de Puerto Banús. El alquiler de este recinto, con unos 2.500 metros cuadrados útiles y 40 plazas de aparcamiento, permitirá al Ayuntamiento ingresar 4,5 millones antes de marzo de 2011, por lo que a la empresa arrendataria le saldría por unos 9.300 euros al mes. "Lo han vendido muy barato", denuncia Susana Radío.

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Un colegio en el Club Financiero

El Club Financiero Inmobiliario de Marbella, famosa sede del Ayuntamiento paralelo desde que el fallecido Jesús Gil gobernó Marbella, y en el que se produjeron innumerables acuerdos y conversaciones que tanto trabajo están dando a jueces y fiscales, está preparándose para convertirse en un colegio inglés.

El British School of Marbella se convertirá el próximo curso en el noveno colegio privado internacional con que cuenta la ciudad. A partir de septiembre, niños de 2 a 6 años estudiarán en un edificio que representaba, hasta ahora, parte de la peor historia local. Michael Elms, director de expansión del grupo educativo, asegura que fue una suerte que el edificio se encontrara disponible cuando decidieron abrir en Marbella. "Intentamos buscar edificios emblemáticos de las ciudades en las que nos instalamos, y este es sin duda uno de ellos", asegura. El grupo al que pertenece el nuevo centro se ha especializado en fundar escuelas en países emergentes como China, Rusia, Malasia o Uzbekistán.

Después de saltar el caso Malaya, la familia Gil vendió el Club Financiero a la inmobiliaria irlandesa MacAnthony, que lo llenó de jóvenes comerciales uniformados de negro que entraban y salían de sus dependencias. Con la crisis, la inmobiliaria ha cerrado y el edificio, a pesar de no ser muy amplio, ha pasado a tener uso educativo. Más de una década de desaguisados urbanísticos dejaron a la ciudad con una gran carencia de espacios para centros escolares o sanitarios. Marbella es la tercera ciudad con más colegios privados internacionales de España, tras Madrid y Barcelona, lo que para la alcaldesa, Ángeles Muñoz, supone "una muestra del potencial económico de la ciudad". Sin embargo, este año otros 135 alumnos de colegios públicos tendrán que esperar al curso que viene para saber si, como parece, tendrán que recibir clase en aulas prefabricadas.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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