Méndez despeja el camino a su mano derecha
García de Paredes, la figura emergente de Caixa Galicia
¿Pasillo o ventana? A la hora de reservarle vuelos, la secretaria de Javier García de Paredes y Moro (Ávila, 1960) lo tiene muy claro. Siempre pasillo. Coger un avión y vestirse de corto para todo lo que tenga que ver con algo parecido a la práctica de un deporte son las únicas incompatibilidades conocidas del nuevo director general adjunto ejecutivo de Caixa Galicia. Un jurista de formación, vocación y trayectoria que le ha perdido el miedo a los números y ahora asume la primera línea de la caja dirigida por José Luis Méndez con un perfil reconocido dentro y fuera de la entidad: un hombre de consenso "que hace fácil lo difícil". Lo dicen hasta los sindicatos de Caixa Galicia, sus compañeros y también sus rivales. El negociador posible para buscar la fusión.
De su jefe le separa la afabilidad, la facilidad para entablar relaciones
Los sindicatos elogian su talante para desatascar los conflictos
Aunque se oficialice ahora, desde hace tiempo ya ejercía como 'número dos'
"La pieza que faltaba por colocar sobre el tablero para medirse en las conversaciones con Caixanova, y al mismo nivel, prácticamente, que José Luis Pego", el director general de la entidad presidida por Julio Fernández Gayoso. "Estima al contrario", y esa es la mejor virtud que puede ofrecer en un momento tan delicado, coinciden en apuntar sus ex compañeros de La Caixa, donde García de Paredes se curtió como asesor jurídico.
Sobrino de Víctor Moro, el que fuera durante años subgobernador del Banco de España en Barcelona y ahora entusiasta defensor de la fusión de las cajas gallegas, García de Paredes sabe muy bien lo que es la integración de dos entidades de ahorro de una misma autonomía, las duplicidades que genera y, sobre todo, los grandes recelos que despierta. De hecho, pertenecía a la asesoría jurídica de la Caixa de Barcelona en Madrid cuando en 1990 cerró la fusión con la Caixa de Pensions, para dar como resultado La Caixa. Toda una escuela.
Pronto pasaría a ocupar la dirección en Madrid de los servicios jurídicos del nuevo gigante financiero, con responsabilidad sobre más de un millar de oficinas. "Siempre nos ofreció apoyo incondicional", señalan ejecutivos que compartieron con él quebraderos de cabeza legales. "La prudencia como método hace que sea muy difícil que pueda llegar a perder los papeles por algo", apuntan.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y máster por el Instituto de Empresa, casado y con dos hijas universitarias, García de Paredes tiene otra ventaja, al margen de su talante: su edad. De los ocho directores adjuntos de Caixa Galicia, con la excepción del responsable de riesgos, Francisco José Zamorano, es el único que no ve el futuro de la entidad pensando en su prejubilación. Le separan quince años de su director general, José Luis Méndez, que ha sabido apreciar en él virtudes muy similares a las del fallecido José Luis Álvarez Naveiro, al que sustituyó en 2006.
Siempre un paso por detrás, el actual número dos de la entidad se incorporó en 1999 a la asesoría jurídica de la caja para después, igual que su mentor, pasar por la secretaría del consejo y la secretaría general. Como Naveiro, aprendió a solucionar problemas, "a reconocer el talento", y "a desarrollar una gran capacidad para renovarse", lo que le permitió, con los años, asumir en la caja funciones más relacionadas con el entorno financiero.
Pronto vendrían tareas internas vinculadas a la responsabilidad social corporativa, los asuntos medioambientales, el plan de igualdad laboral, la relación con los sindicatos y, también, con los partidos políticos, según apuntan fuentes de Caixa Galicia. "Una de sus primeras pruebas de fuego fue la externalización del fondo de pensiones en 2002", señalan miembros del comité de empresa. "Negociamos al límite, el último día que había fijado para llegar a un acuerdo, con reuniones que acabaron a las tres de la mañana, y sólo él pudo desatascarlas", explican fuentes de la representación sindical. En su condición de segundo ejecutivo de la caja, es consejero en empresas como Pescanova, Sodiga, Corporación Caixa Galicia y Banco Etcheverría, y también en instituciones como el Consello Económico y Social.
El nombramiento de García de Paredes como segundo ejecutivo de Caixa Galicia en el último consejo antes de abordar oficialmente las negociaciones para la fusión con Caixanova fue, en cierta medida, el barniz nominal que le faltaba al que, de facto, ha sido durante los últimos años el número dos de Méndez. De su jefe le separa la facilidad para entablar relaciones, la cercanía, la afabilidad y "una cordialidad que no le impide rodearse de lo mejor". Muchos son los que ven en él el futuro de Caixa Galicia e, incluso, desde hace unos meses, a su virtual hombre fuerte.
En estos doce años en Caixa Galicia pocas son las veces que García de Paredes ha asumido papeles destacados de cara al exterior. Enemigo de los focos, a este abulense accidental que siempre que puede se escapa a Ribadeo, la tierra de su madre, le gusta responder en gallego a quien se dirige a él así, y no tiene ningún problema incluso en hacer amigos en Facebook.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.