Solvente Villarreal
El conjunto castellonense vence a un Sporting atrevido y sin pegada
En el momento decisivo de la temporada, el Villarreal ha encontrado la fiabilidad. Estable en defensa, comprometido en el esfuerzo, con elegancia en la creación y con una dosis más de finura en el ataque, el conjunto castellonense se encuentra cerca del lugar que le corresponde, peleando por los puestos que dan acceso a Europa, una utopía hasta hace nada.
Combativo, alegre y sin complejos, al Sporting le pierde en ocasiones su candidez e inmadurez profesional. Botó un saque de esquina Senna en corto para Cani, sobre el que ningún defensor gijonés reparó en su presencia. Un recorte del aragonés, un posterior disparo, un rechace de Juan Pablo y la cabeza oportuna de Godín, concluyó en el gol que abría y cerraba un partido disputado de área a área con tan sólo las cautelas mínimas jugado a un gran ritmo y sin ataduras hasta el final.
ILLARREAL 1 - SPORTING 0
Villarreal: Diego López; Javi Venta, Gonzalo, Godín, Capdevila; Senna, Bruno, Cani (Ibagaza, m. 72); Nilmar (Cazorla, m. 84), Rossi y Llorente (Pirès, m. 63). No utilizados: Oliva; Marcano, Musacchio y Fuster.
Sporting: Juan Pablo; Lora, Gerard, Gregory, Canella (José Ángel, m. 84); Matabuena, Camacho; Carmelo (Luis Morán, m.67) Kike Mateo (De las Cuevas, m. 67), Diego Castro; y Bilic. No utilizados: Raúl; Pedro, Iván Hernández y Sastre.
Gol: 1-0. M. 15. Godín de cabeza.
Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Matabuena.
Unos 14.000 espectadores en El Madrigal.
El Sporting entendió que la batalla ante el Villarreal no se gana siendo conservador. Le convenía un intercambio de golpes. Y los hubo. El conjunto amarillo tiene suficiente tacto y temple para encontrar soluciones prácticas y estéticas como para desmontar cualquier andamiaje por reforzado que sea. Por tercera vez consecutiva, optó Garrido por juntar tres delanteros en el ataque. El rédito obtenido en los precedentes, ante el Sevilla y Valladolid, así lo aconsejaban. La única modificación en la alineación fue la inclusión de Senna, rebajado en su papel desplazado al costado derecho. De escudero a caballero ha pasado Bruno, con la doble función de primer organizador y freno. De irrupción pausada y tardía, como sus andares, Bruno, a sus 25 se está convirtiendo en el gran futbolista que en el seno del Villarreal piensan que es. Y en el ataque, Rossi, Nilmar y Llorente. Suficiente potencial para ganar el Sporting y estar nuevamente en Europa la temporada que viene.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.