Doñana premia a sus cuidadores

Poca autocrítica pero muchas ganas. El 40 aniversario de la declaración de Doñana como Parque Nacional se celebró ayer por todo lo alto en Almonte (Huelva). Un auditorio con más de 800 asistentes escuchó con atención los discursos, por momentos emocionados, del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, y de figuras socialistas de siempre como el ex presidente del Gobierno Felipe González, que coordina el Consejo de Participación de Doñana desde enero. Ambos líderes -junto con el nuevo consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo- entregaron 20 galardones a personalidades e instituciones que han luchado durante años por la conservación y desarrollo del entorno natural. Entre ellos, se rindió homenaje a Ecologistas en Acción ("por su lucha infatigable") y a la Estación Biológica de Doñana (por convertirse en "referencia científica mundial"). También se premió a ganaderos, agricultores, empresarios, pescadores y vecinos de la comarca, "por su labor y entrega". Al final, todos a una, disfrutaron de la degustación, bajo un generoso sol, de una selección de fresas de la zona. Una fiesta por todo lo alto.

"Cuando salí de la Moncloa, mi único síndrome era Doñana"

Sin demasiado tiempo, eso sí, para analizar los problemas que han acechado y acechan el entorno natural protegido: pozos ilegales que exprimen el acuífero, la calidad cuestionable del agua (con concentraciones de amianto por falta de depuración), especies en peligro de extinción (lince ibérico) o la falta de claridad en la reordenación del territorio. "Pero el balance del consejo [reunido el viernes] fue positivo. Estamos en la toma de contacto con el nuevo presidente [González]", explicó el portavoz de Ecologistas en Acción de Huelva, Juan Romero. La Junta de Andalucía se comprometió a hacer de "la reserva natural más importante y conocida de Europa", como la calificó Griñán, un ejemplo de conservación ambiental y desarrollo socioeconómico y cultural. "Hoy celebramos el modo singular que en los últimos 40 años las gentes de Doñana se han empeñado en conservar y proteger este tesoro ecológico", señaló Griñán ante un entregado auditorio.

Hubo momentos para la emoción: durante el reconocimiento a la labor de las mujeres de Doñana, la anciana Antonia Otero, en el escenario, abrazó al borde de las lágrimas a Felipe González bajo una catarata de aplausos. González, en su turno, volvió a sus recuerdos: "Cuando salí del gobierno hace ya 14 años, me preguntaron que qué echaba de menos. Contesté que no sentía el tradicional síndrome de abstinencia de la Moncloa. Mi único síndrome era Doñana, echaba de menos este lugar". Nueva lluvia de palmas.

La intensidad subió también cuando Miguel Delibes de Castro, hijo del escritor recientemente fallecido, recogió el premio a la labor llevada a cabo por la Estación Biológica.

Después Griñán quiso dar forma a las intenciones de su Gobierno y anunció, aunque sin detalles, la creación de un Centro Tecnológico Regional de Desarrollo Sostenible en Doñana. Para finalizar, se mostró "convencido" de la superación de "los intereses particulares", en Doñana, para hacer frente a un crecimiento "sostenible, inteligente e integrador".