"Es necesario que Alicante deje de estar dividida en dos"

Irrumpe en la arena política de la mano de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, con el reto de sustituirla al frente del urbanismo municipal. Alfonso Mendoza Quesada (Madrid, 1973), recién nombrado concejal delegado de Urbanismo de Alicante, formaba parte del equipo redactor del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Este abogado urbanista enfatiza que la puesta en marcha del planeamiento será su prioridad en este escaso año y dos meses que restan del actual mandato. Mendoza sostiene que el documento encierra una nueva filosofía de crecimiento urbano basado en el menor consumo de suelo y aboga por una ciudad más cohesionada.

Pregunta. ¿Tiene alguna aspiración política?

Respuesta. Ninguna.

"El plan general de 1987 ha funcionado bien, pero las cosas han cambiado"

"Ahora el Plan Rabassa se está desarrollando en paralelo al PGOU"

"En todos los ámbitos hay gente que comete alguna irregularidad"

P. ¿Seguirá en el cargo en el nuevo mandato?

R. En principio, no. Soy un neófito en la actividad política. No ha sido nunca mi referente. Por tanto, llego sin ninguna pretensión. Me ofrecieron el cargo y me pareció interesante. Es un halago trabajar para la ciudad en la que vives, y más todavía si el encargo viene de una persona como Sonia, para continuar con su labor y sacar temas de vital importancia como el PGOU.

P. Si su intención no es continuar más allá de las próximas elecciones, ¿encara su labor más para hacer gestión que para planificar un proyecto urbanístico de la ciudad a medio y largo plazo?

R. No hay ningún documento que suponga mayor gestión a largo plazo que un Plan General. La sociedad y la ciudad han cambiado mucho y el planeamiento es el instrumento básico que debe dar otro enfoque al crecimiento social y económico.

P. ¿Cree saludable que un plan general esté vigente durante 23 años, como ha ocurrido con el actual de Alicante?

R. Depende de cómo hayan sido los cambios socioeconómicos. Según la ley, los planes se hacen con una visión de unos 10 años, pero el modelo territorial, que es realmente lo importante del planeamiento, se hace a 25 años. Por tanto, estamos en el momento oportuno para ese cambio. El plan general de 1987 ha funcionado bien, pero las cosas han cambiado.

P. ¿Cuáles serán las prioridades de aplicación una vez el planeamiento esté terminado?

R. Dependerá de las necesidades del momento. Una de las cuestiones básicas es corregir la carencia de suelo industrial y terciario, que estaba colmatado en Alicante. Otro aspecto es la mejora de las infraestructuras. Pero siempre atendiendo las demandas de la sociedad. Y en este sentido hay que señalar que se han tenido en bastante consideración las alegaciones de los vecinos y de las asociaciones.

P. Pero uno de los aspectos más criticados ha sido la falta de participación ciudadana en la elaboración del documento.

R. Participación ciudadana sí ha habido. Formé parte de las actuaciones previas durante la primera exposición del documento y fuimos distrito a distrito haciendo reuniones explicativas. También se mantuvieron encuentros con las asociaciones profesionales. Es una queja que no puedo aceptar. Pero yo puedo establecer una participación y entender que la propuesta de uno es mejor, la de otro adecuada e incluso que la de alguna asociación no es la más adecuada para el modelo que planteamos, lo cual no quiere decir que sean malas.

P. Distintos colectivos critican que en el documento que ultiman no hay nuevo modelo de ciudad y que es una continuidad del desarrollismo urbano.

R. En el avance de planeamiento que realizó el arquitecto Lluís Cantallops, el modelo exigía mucho más suelo urbano que el que ha previsto el equipo redactor que ha completado la revisión del PGOU. Hemos apostado por consolidar la ciudad y, al mismo tiempo, porque los crecimientos futuros se produzcan con menor ocupación de suelo.

P. Entonces, ¿Cuál es ese nuevo modelo?

R. Sobre todo se busca una ciudad más sostenible, a base de una urbanización de mayor calidad, con mayores espacios verdes y más dotaciones de suelos públicos.

P. ¿Tiene alternativa al supuesto de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) anule definitivamente el Plan Rabassa?

R. Se trabaja para subsanar aquellas cosas que el TSJ ha entendido que tienen deficiencias.

P. El TSJ pone el acento en el agua y en que se hubiera desarrollado al margen del PGOU

R. Ahora podemos decir que el Plan Rabassa se está desarrollando en paralelo. El PGOU sí está asumiendo el Plan Rabassa y se cumplirá estrictamente lo que el TSJ decida.

P. ¿Es posible encajar Ikea y la zona comercial anexa en Rabassa?

R. Si técnicamente es viable, será posible

P. ¿Qué piensa de la permuta que plantea el dueño del Hércules CF para financiar el nuevo estadio Rico Pérez?

R. La alcaldesa fue muy contundente. Se creó una comisión, donde están representados el Hércules, el Grupo Socialista municipal y el equipo de gobierno, y se dijo claramente que solo saldría una propuesta que estuviera consensuada.

P. ¿Han calculado las plusvalías que obtendrán en la zona de La Sangueta y del soterramiento de las vías del tren?

R. Lo más importante no es ver las plusvalías, sino las posibilidades que supone para Alicante tener un gran palacio de congresos. Y sobre el soterramiento hay buena sintonía con Avant. Depende más del Estado que de nosotros, pero el Ayuntamiento va a poner todas las facilidades para que este asunto salga adelante. Todos somos conscientes de que es necesario que Alicante deje de estar dividida en dos.

P. Como abogado urbanista, ¿qué opina de los casos de corrupción que están salpicando en la Comunidad Valenciana a ayuntamientos y empresarios a la sombra del urbanismo?

R. Generalizar es malo. En todos los ámbitos sociales hay gente que comete algún tipo de irregularidad. Creo que muchas veces se ha acusado injustamente y después los tribunales han dicho que no eran ciertas las acusaciones. Es evidente que, en algunos casos, hay gente que se ha aprovechado de la posición que ocupaba.