La ejecutiva de FAPA-Valencia se renueva con discrepancias

La nueva ejecutiva de la federación de asociaciones de padres de alumnos FAPA-Valencia presidida por María José Navarro -que ayer se presentó en público- se enfrenta a un periodo de dos años marcado por el recorte del 35% de las subvenciones oficiales y por las "discrepancias" de un sector crítico con la gestión de la anterior presidenta Gemma Piqué y varios de los miembros que han sido reelegidos un tercer mandato.

"Los recortes de la Consejería de Educación y las piedras que está poniendo en el camino incentivan a las asociaciones de padres para que se nos oiga más", declaró Navarro en su primera rueda de prensa como presidenta. El obstáculo financiero se sorteará con "imaginación" y con "un leve incremento de las cuotas".

El segundo frente abierto es la fisura interna con un sector crítico con cuatro de los miembros reelegidos por tercera vez, entre ellos la presidenta. Navarro respondió a las críticas de un tercer mandato con los estatutos de FAPA-Valencia en la mano y aseguró que se planteó la reelección al consejo de gobierno y a la asamblea de los veteranos dos años más "hasta que los nuevos vayan conociendo la dinámica" de funcionamiento de una entidad que gestiona bastante dinero en formación.

El secretario general, Carmelo Lozano, afirmó que los críticos "no han pasado por asamblea comarcal" en el proceso de elección; y "los que sí lo han hecho, han sido los menos votados". Para Navarro, "discrepar entra dentro de lo normal, FAPA-Valencia es una organización abierta y viva con gente con diferentes criterios". "Según lo que hagan ellos, actuaremos en consecuencia, pero la inquietud es poca", concluyó.