El Consell vuelve a convertir el protocolo en tema de crispación

Cada vez que el Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero ha organizado un acto en Valencia, el Consell ha buscado la confrontación. Así sucedió ayer, cuando la consejera de Justicia y portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, se quejó de que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, no ha sido invitado al encuentro Mujeres por un Mundo Mejor que se celebra en Valencia y que forma parte de los actos de la presidencia española de la Unión Europea.

Sánchez de León lamentó que "el señor Zapatero venga con los bolsillos vacíos y sin un euro a la Comunidad Valenciana, pero lleno de agravios e incumplimientos". La portavoz aprovechó para enumerar las promesas electorales realizadas por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, todavía no ejecutadas.

La denuncia de marginación al jefe del Consell por un tema protocolario se produjo ayer, mientras la vicesecretaria de Comunicación del PP regional, Marta Torrado, llamaba a "una rebelión cívica contra Zapatero" por no traspasar la competencia a la Generalitat en materia de chiringuitos. El pasado miércoles, Camps manifestó en las Cortes que, si fuese por Zapatero, "la Comunidad Valenciana no existiría".

En este contexto, la consejera portavoz se quejó ayer de que Zapatero lleva millones cuando va a Andalucía y a Cataluña le da un trato de favor por sistema.

Cuando se le recordó que el ministro de Fomento, José Blanco, se comprometió el miércoles pasado en Valencia a invertir 3.000 millones de euros para mejorar la red de Cercanías en la Comunidad Valenciana -que ha hecho que la Generalitat renuncie a reclamar la competencia sobre esta infraestructura hasta 2020-, la consejera portavoz respondió: "He tratado de ejemplificar algunos incumplimientos del Gobierno, obviamente la lista [expuesta] no lo recoge todo".

Fuentes del Gobierno explicaron ayer que al encuentro Mujeres por un Mundo Mejor han sido invitadas la consejera de Bienestar Social, Angélica Such; la presidenta de las Cortes Valencianas, Milagrosa Martínez, y a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. El argumento del Gobierno es que se trata de un encuentro de mujeres, por lo que se ha invitado a las mujeres más representativas de las instituciones valencianas. Barberá y Such acudieron el jueves y ayer a las jornadas y la alcaldesa ofreció una cena de bienvenida a los ministros y directores de políticas de Igualdad de la Unión Europea.

La de ayer no es la primera vez que el Consell plantea conflictos de protocolo. En la organización de la visita del Papa a Valencia en 2006, el Consell excluyó al Gobierno con el argumento de que se trataba de una visita pastoral y no como jefe de Estado. En noviembre de 2007, el PP intentó evitar la foto de De la Vega con Rajendra Pachauri en la cumbre sobre el cambio climático en el Museo de las Ciencias porque no estaba Camps. Meses después, el jefe del Consell se sintió marginado porque la embajada de España en Roma no le invitó a una cena con los nuevos cardenales españoles. En las pasadas Fallas, De la Vega fue silbada en el balcón del Ayuntamiento por partidarios de la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez. Un colectivo que la alcaldesa había recibido en su despacho el día anterior.