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Alarte deja claro a sus parlamentarios que para el PSPV es vital el Tajo-Segura

Pajín asiste a la reunión sobre el futuro del trasvase en el Estatuto manchego

No retrocederá. Mientras la ponencia del futuro Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha se reunía ayer en el Congreso de los Diputados sin llegar a un acuerdo entre populares y socialistas, el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, en una comida celebrada en Madrid con los diputados y senadores socialistas valencianos, reafirmaba su oposición frontal a que ese texto estatutario pueda llegar a limitar el trasvase Tajo-Segura.

Alarte ya se expresó en ese mismo sentido el pasado miércoles ante los diputados de su grupo en las Cortes Valencianas, pero son, al fin y al cabo, los parlamentarios en las Cortes Generales los que pueden llegar a verse en la tesitura de romper la disciplina de voto si de la negociación en el Congreso entre el PSOE y el PP, cuyos representantes se emplazaron ayer a cerrar un acuerdo el próximo día 8 de abril, surge un texto del Estatuto castellano-manchego que perjudique los intereses de las comarcas alicantinas. En ese sentido, el líder socialista valenciano no dio ayer instrucción alguna y recordó que el voto de cada parlamentario ha de hacerse de acuerdo con su conciencia, pero dejó muy claro que su oposición a la pretensión del presidente de Castilla-La Mancha, el también socialista José María Barreda, de establecer una reserva hídrica -de 4.000 hectómetros cúbicos, según las últimas versiones-, es inaceptable para el PSPV-PSOE. Un partido que asumió en su día el pacto hídrico que implicaba oponerse al trasvase del Ebro, con su innegable coste político, apostar por las plantas desalinizadoras y por la modernización de infraestructuras y mantener el derecho a los recursos procedentes del Tajo.

La reunión, a la que no asistió la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que tenía otros compromisos, contó con la participación de Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE y senadora de representación autonómica. Pajín intervino en la reunión en un tono constructivo. Entre los parlamentarios socialistas en Madrid cunde la idea de que la firme posición de Alarte ha conseguido que se descartaran las primeras pretensiones de Barreda y de la secretaria general del PP Dolores de Cospedal, que lidera a los populares en Castilla-La Mancha, de poner fecha de caducidad al Tajo-Segura y establecer una reserva de 6.000 hectómetros cúbicos anuales. También es general la impresión de que Leire Pajín ha trabajado para acercar posiciones en el seno del PSOE y entre el Gobierno y los socialistas valencianos. La situación de la número tres del PSOE es especialmente delicada en tanto que procede de las comarcas alicantinas, representa a las Cortes Valencianas y tiene una alta responsabilidad en el partido.

Alarte insistió en que no se trata de una cuestión "simbólica" sino de un asunto de fondo, relacionado con la legitimidad de una política del agua asumible para todos los territorios. Algunos diputados expresaron su malestar por unas declaraciones del portavoz parlamentario en las Cortes Valencianas, Ángel Luna, en el sentido de que los diputados en Madrid "saben lo que tienen que votar". Otros destacaron los "avances" conseguidos y valoraron que ahora se esté barajando que la referencia a la reserva hídrica se incluya en el preámbulo del estatuto y no tenga carácter dispositivo. En todo caso, en la dirección del PSPV-PSOE, que ve a los populares valencianos y al presidente Francisco Camps muy incómodos ante las presiones de la dirección nacional del PP, está tomada la decisión de no transigir.

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