El fiscal pide ahora el indulto para el cura estafador

El cura Benigno Moure sigue caminando diariamente, erguido y sin necesidad de bastón, hacia su puesto de gerente de la Fundación San Rosendo. Allí maneja un presupuesto de 42,4 millones de euros. Es el mismo puesto desde el que estafó a una anciana con alzhéimer ingresada en uno de sus geriátricos, hasta despojarla de todo su patrimonio. Después, Moure lo traspasó a la entidad que preside.

Por esos hechos, Moure está condenado en sentencia firme del Tribunal Supremo a cinco años de cárcel y a otros tantos de inhabilitación para presidir fundaciones y entidades benéficas. Pero el sacerdote, amigo personal de Manuel Fraga, ha logrado no sólo esquivar los dictámenes del alto tribunal español, sino, además, contar con el respaldo de la Audiencia de Ourense que inicialmente lo condenó y de la Fiscalía, que pidió para él una pena de 40 años de cárcel y la inhabilitación para el cargo.

La Fiscalía de Ourense pidió en su día 40 años de cárcel para el sacerdote

Mientras se libra de cumplir la condena, el cura Moure mantiene en su poder las mayores distinciones que puede ostentar un ciudadano gallego: la medalla Castelao y la de Oro de Galicia, concedidas por los sucesivos gobiernos de Fraga. Y tiene asimismo el beneplácito de los dos grupos de oposición, PSdeG y BNG, a quienes el sobrino de la anciana estafada, César Vázquez, conminó hace tres meses, mediante sendos escritos no contestados, a que reclamasen la devolución de las altas distinciones. Así actuó la Generalitat de Cataluña con Félix Millet, presidente de la Fundación Orfeó-Catalá Palau de la Música de Barcelona, en cuanto confesó que había desviado dinero para su único beneficio personal.

Pero a diferencia de los gobernantes catalanes, los partidos gallegos de la oposición han dado la callada por respuesta a César Vázquez, pese a señalar, en declaraciones a este diario, que si la propia Xunta no pedía la devolución de las medallas, ellos lo harían a través de la Cámara.

César Vázquez expresa su estupor por el comportamiento de la oposición. Ayer entregó nuevos escritos dirigidos a Pachi Vázquez y Carlos Aymerich, los portavoces de socialistas y nacionalistas respectivamente, en los que pone en tela de juicio su trabajo y les advierte de que no están en el Parlamento "para calentar el sillón".

Casi al mismo tiempo que la Iglesia se volcaba en una campaña de recogida de firmas para pedir al Consejo de Ministros el indulto para el cura estafador, Audiencia y Fiscalía de Ourense se sumaban a la causa amparándose en un informe del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), al que Moure acudió a un examen médico "deambulando con la ayuda de un bastón" y con un historial clínico del que se deducía que "tiene graves dolencias" que irían a peor en la cárcel.

La Fiscalía orensana reclama, sin embargo, que el cura se aleje de cualquier actividad de tesorería y cumpla la condena accesoria que le impide presidir o gestionar entidades benéficas como la de la Fundación San Rosendo.

César Vázquez, el hijo de la anciana estafada, advierte, pese a todo, de que luchará "las veces que haga falta" hasta ver publicado en el Boletín Oficial del Parlamento que "este señor condenado en firme no pasea ya los honores por Galicia".