Otra vez en la quiniela sucesoria
La trayectoria de Mar Moreno está marcada por las idas y venidas en los cargos y las cábalas sobre su futuro
Era jueves por la noche, casi viernes. Muchos dentro del PSOE descubrieron aquel 6 de marzo de 2003 a Mar Moreno, que en ese momento era la vicesecretaria general de los socialistas andaluces.
Moreno (La Carolina, Jaén, 1962) ya nadaba con otros muchos en el delfinario de los llamados a suceder a Manuel Chaves algún día, algo que entonces parecía que nunca llegaría. Pero no fue hasta aquella noche de hace siete años en la Fundación Antares cuando muchos dirigentes de su partido se empezaron a fijar en ella. Para bien y para mal.
Todo fueron elogios para la conferencia que pronunció. Entre el público estaban los ocho secretarios provinciales del PSOE, 10 de los 12 consejeros de la Junta y el propio Chaves. Tras la charla de Moreno, el presidente de la Fundación Antares, Arturo Moya, calificó la conferencia como "la de la candidata de la Junta en 2008". Y una tensión de las que se pueden cortar llenó la sala. Porque no tocaba hablar de la sucesión. José Antonio Griñán -que en 2003 no formaba parte del Gobierno andaluz- resumió entonces el discurso de su compañera de partido: "Me sedujo. Nosotros, los que nos estamos yendo, nunca hemos dicho lo que dijo de las provincias, de la inmigración. Lo atractivo es que siendo aparato no parece aparato sino independiente. Seguro que si mi hijo la escucha no está oyendo a un militante del partido sino de las ideas socialistas".
Griñán, en 2003: "Siendo aparato no parece aparato, sino independiente"
"Sé que mi nombre ha sonado muchas veces", reconocía Moreno hace un año
Griñán ha situado ahora a Moreno a su vera, como la número dos de su equipo. Muchos ven en este movimiento un paso hacia su consolidación como futura candidata de los socialistas andaluces, aunque el discurso oficial es que el cabeza de cartel en 2012 sigue siendo Griñán. "Sé que mi nombre ha sonado muchas veces, pero convivo con ello con una gran normalidad", aseguró Moreno hace un año, cuando el actual presidente andaluz la recuperó para su Gobierno.
En todos los puestos en los que ha estado apuntaba alto, por sus propios méritos y capacidad, pero en la política y, sobre todo, en el caso de las mujeres, la consolidación de los liderazgos depende todavía del dedo de los hombres.
El recorrido de la nueva consejera de la Presidencia y portavoz de la Junta ha estado marcado por los saltos de cargo en cargo, algo que ha aceptado con disciplina. En menos de dos años, ha sido presidenta del Parlamento andaluz, consejera de Obras Públicas de la Junta, secretaria de Política Autonómica del PSOE y consejera de Educación. Y, desde ayer, es la mano derecha de Griñán.
Moreno lleva años en las quinielas de los posibles candidatos del PSOE a la Junta. Muchos miraron hacia ella cuando Chaves dijo que su "deseo" era que una mujer le sucediera. Era febrero de 2008 y Chaves no dejó la presidencia de la Junta hasta un año después. No fue una mujer quien le sucedió, sino Griñán.
Moreno ocupaba en la primavera de 2009 la secretaria de Política Autonómica del PSOE. Se había marchado a Madrid entre lágrimas -según cuentan sus allegados- y reclamada por José Luis Rodríguez Zapatero. En mayo del año pasado, Griñán la nombró consejera de Educación, un área que el presidente andaluz considera vital. La incorporó a su equipo tras la sugerencia que le hizo Rodríguez Zapatero, que tiene de Moreno "una opinión excelente", según confesó este domingo en una entrevista en Canal Sur: "Es uno de los valores del partido socialista más importantes que tenemos, pero en toda España".
Moreno ha estado menos de un año al frente de la Consejería de Educación, un complicado departamento. Griñán la utiliza ahora para cubrir un flanco importante: ser la voz y la cara de su equipo.
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