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Reportaje:

Messi agota los adjetivos

El delantero del Barça consigue en Zaragoza su tercer 'triplete' de la temporada y provoca un penalti que cede a Ibrahimovic - El azulgrana solapa la goleada del Mallorca al Atlético y el brillo de Silva

Ramon Besa

Messi es el mejor futbolista del mundo y, como tal, es noticia incluso cuando le duelen las muelas. Un flemón del argentino tuvo en vilo a la Liga antes del partido de Zaragoza. La Pulga ni abrió la boca. Saltó a la cancha y a los cuatro minutos ya había puesto un gol de diferencia. Marcó de cabeza, como en la final de la Liga de Campeones, a centro de Pedro. Había convertido un partido aparentemente complicado en un asunto relativamente sencillo para un equipo como el Barcelona.

Tan fácil se puso que los azulgrana se acomodaron para suerte del Zaragoza. El riesgo de conceder el empate era evidente para el Barça. La situación demandaba de nuevo el intervencionismo de Messi, que se marcó un segundo gol tan disuasorio como extraordinario porque supone la síntesis de los atributos que se le piden al delantero universal por excelencia: la agresividad justa para recuperar la pelota, el regate seco y orientado para encarar la portería, el recorte por dentro y por fuera antes de la definición y el toque sutil para sortear al portero. Messi fue Maradona, Romario y Ronaldo en una jugada.

En el segundo tanto, La Pulga fue Maradona, Romario y Ronaldo en uno solo
Los tres goles parecían suficientes. Pero no para un jugador tan ambicioso
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No se recuerda a un delantero que tenga tanta visión periférica sin levantar la cabeza como Messi ni nadie capaz de jugar a su velocidad. Corre más que la pelota, elimina los rivales sin atender a su condición de medios o defensas y remata con la precisión de los francotiradores.

Competitivo por naturaleza, Messi metió acto seguido un tercer gol sensacional con un disparo desde el balcón del área. El triplete, el quinto de su carrera barcelonista, el tercero de la temporada, el segundo consecutivo, parecía suficiente. No para un jugador tan ambicioso y ante un marcador tan incierto como se había puesto el de La Romareda después de que compareciera el Zaragoza: 2-3. A un gol de cabeza, a otro de jugada y a un tercero de remate añadió una cuarta acción para culminar su repertorio infinito: provocó un penalti indiscutible tras dos extraordinarios giros, dos movimientos de tobillo dignos de Fred Astaire, inapelables para el contrario. Alcanzado el punto de penalti, Messi exhibió entonces su mejor versión como compañero y concedió el tiro de gracia a Ibrahimovic para que se resarciera de una mala actuación y sellara el triunfo barcelonista.

La exhibición de Messi convirtió en irrelevante la reacción del Zaragoza, muy aplicado en el partido, e incluso la alineación del Barcelona, que compareció en La Romareda sin Xavi, Iniesta ni Puyol y con Ibrahimovic en vez de Henry.

La jornada entera vivió bajo el impacto de Messi, que ya suma 34 goles, 25 en la Liga, 11 en los últimos cinco partidos, después de disputar 15 consecutivos. El tanto número 20 de Higuaín, que mantiene al Madrid como líder; la excelente actuación de Silva con el Valencia y la goleada del Mallorca, que desbanca al Sevilla de la zona Champions, al Atlético perdieron protagonismo ante Messi, que a las actuaciones estelares ha añadido una continuidad excelente, imposible para cualquier zaga con independencia de las ayudas. Pep Guardiola ha generado las mejores condiciones para su éxito y el argentino las ha explotado desde diferentes posiciones. Messi va y viene, de la banda al enganche, y barre el frente de ataque en función de sus sensaciones futbolísticas, siempre muy bien arropado, nada que ver con el aislamiento que vive con la selección argentina.

Llegada la primavera, Messi ha agotado los adjetivos y su juego pareció anoche tan milagroso que, con el permiso de Mary Poppins, bien podría merecer denominaciones como la de supercalifragilisticoexpialidoso.

Messi celebra el segundo de los tres goles que metió anoche  al Zaragoza.
Messi celebra el segundo de los tres goles que metió anoche al Zaragoza.EFE

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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