Entre la fe y la desidia

Se resiste a morir el Xerez. Y lo hace con la fe como principal aliado en un día donde el enfado del técnico del Tenerife, José Luis Oltra, debe ser enorme. Mientras el conjunto andaluz saltó al campo consciente de que estaban en juego sus últimas opciones de permanencia, el canario realizó un ejercicio de desidia con una puesta en escena endeble, que propició recibir dos goles en los dos primeros acercamientos del Xerez. La fiel afición local se frotaba los ojos cuando a los 15 minutos su equipo ganaba ya por 2-0, algo inédito en este triste pasaje gaditano por la máxima categoría.

Dos tantos que pesaron una enormidad en el desarrollo del encuentro, pues acabaron por cimentar el triunfo del Xerez, ahora a ocho puntos de la permanencia y en espera de que el Zaragoza pierda hoy frente al Barcelona. El Tenerife, por su parte, desaprovechó una buena oportunidad de acercarse al conjunto maño. A estas alturas de temporadas, nadie perdona, y el Valladolid se lo demostró con su triunfo frente al Deportivo.

Tuvo el partido, además, destacado protagonismo de los porteros. En el primer tanto del Xerez, Sergio Aragoneses se metió en su portería el remate de Mario Bermejo, mientras que ya con el 2-0 en el marcador, Chema le detuvo un penalti a Nino. Curioso lo de este guardameta. Después de cuatro temporadas en el Xerez, jugaba su primer partido en Chapín en Primera. Tardío reconocimiento para Chema, como tardía puede ser la reacción del Xerez en busca de esa permanencia todavía tan lejana. Tampoco estuvo demasiado puntual el Tenerife. Mejoró mucho en la segunda mitad, pero sólo le llegó para hacer un gol. La cara de Oltra seguía siendo, aun con la mejoría, todo un poema.