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Necrológica:'IN MEMÓRIAM'
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

José Vidal-Beneyto, la pasión por la condición humana

Durante los últimos años, Pepín Vidal-Beneyto se ha revuelto para arañarle momentos a la vida. Pero la intensa zarpa de la última enfermedad le ha obligado a capitular. Junto a su familia, al lado de Cécile, de Vera y de sus amigos, ha mantenido el afecto por la vida hasta el último suspiro.

Sin orden preestablecido ha ejercido de valenciano, de europeo, de demócrata con profundas convicciones y de ciudadano. En su deambular vital ha derribado barreras -las que atrancaban espacios de libertad-, y ha erigido trincheras para esa misma libertad. Entre otras, la creación de este diario que ahora y siempre le ha acogido entre sus páginas de reflexión.

Hombre del Renacimiento

Fue curioso. Casi me atrevería a decir que, pese a nacer en 1927, era un hombre del Renacimiento. Pocos saberes le eran ajenos. Su curiosidad la ejerció con la libertad que le inculcaron maestros como Raymond Aron y Theodor Adorno. Antes había viajado e investigado en París, Cambridge, Heidelberg o Francfort, tras licenciarse en Derecho en la Universidad de Valencia y doctorarse en Derecho en la Complutense de Madrid.

Su compromiso con Europa fue el anclaje con la paz y la cultura. Para muchos, su pasión fue la sociología. Y, probablemente, él mismo alimentó tal comentario. Pero su verdadera pasión fue la condición humana. Amante de la conversación, se regocijaba en el detalle, en la memoria, trajinaba por la erudición hasta cerrar el círculo en la anécdota con la que poder adentrarse en la "ciudadela" humana de Goethe a la que tantas veces se referiría.

José Vidal-Beneyto era uno de los más grandes sabios del mundo en materia de comunicación intercultural y en el moderno reto de la globalización. Sus artículos, certeros, independientes, radicales y lúcidos, eran imprescindibles para no perderse en la niebla social. Su voz cualificada y humanista la echaremos siempre de menos. Y su memoria estará en nuestros quehaceres, particularmente en quienes tenemos obligaciones públicas.

Pero no sólo fue un hombre de la cultura, sino también de la acción. Como bien probó su gran protagonismo contra la dictadura franquista. En aquel tramo decisivo de nuestra historia, asumió su compromiso en la Junta Democrática. Comportamiento cívico que ya había tenido su antecedente en su participación en el encuentro de demócratas antifranquistas celebrado en Múnich en 1962. Pero su carácter independiente, y cierto silenciamiento, le mantuvo alejado de los oropeles.

Todo ello dibuja el perfil de hombre de gran valía, de enorme talla cultural y personal que, sin duda, no tuvo el reconocimiento que merecía por parte de la sociedad española, aunque su gran prestigio como columnista y sociólogo trascendió a muchas personas, que le seguían con el máximo interés.

Debo terminar recordando que Pepín Vidal-Beneyto, hombre universal de España y Europa, fue, también y siempre, muy consciente y comprometidamente, un valenciano. Un hombre nacido en Carcaixent que siempre tuvo a Valencia en su preocupación, en su amor, en su memoria y, sobre todo, en el día a día de su vivir. Aunque se había instalado en la ciudad del Sena, una de sus grandes obras, la fundación AMELA, quiso residenciarla en Valencia. Porque lo universal es lo local sin paredes, como bien dijo Miguel Torga. Sólo desde lo local se puede llegar a lo universal.

Rafael Blasco Castany es consejero de Solidaridad y Ciudadanía de la Generalitat valenciana.

José Vidal-Beneyto.
José Vidal-Beneyto.

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