La noche arde en llamas
El fuego apagó las más de 1.000 fallas de 2010
Se cumplió el ritual. Un año más, el fuego convirtió en cenizas los más de 1.000 monumentos (incluidos los infantiles) repartidos desde Castellón a Benidorm, pero con una concentración de casi 800 en la ciudad de Valencia. Las llamas empezaron a convertir en pasado los monumentos a las 23.00. Los primeros en arder fueron los infantiles. Y, como siempre, la mayor intensidad emocional se concentró en el Ayuntamiento de Valencia. El paso del fuego por los monumentos grandes se inició llegada la medianoche.
Los espectadores institucionalmente distinguidos estuvieron en el Ayuntamiento, desde el presidente Francisco Camps al secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, pasando por la corporación en pleno con la alcaldesa, Rita Barberá, al frente.
María Pilar Giménez, fallera mayor, y Ariadna Galán, fallera mayor infantil, despidieron ayer la fiesta. Mientras ellas lloraban la desaparición de los monumentos municipales, la ciudad cerraba con fiesta y jaleo la quema de Na Jordana, de la ganadora Convento Jerusalén, de Nou Campanar, del Pilar... Y todo ello con varias polémicas en el ambiente que tendrán que resolverse en los próximos días: ¿Tendrán presupuesto limitado a 100.000 euros las fallas de la sección especial? Y si es así, ¿qué harán los artesanos? ¿De dónde sacarán dinero las comisiones ante el abandono de los patrocinios? ¿Se investigará la actuación del jurado que eligió a Convento Jerusalén como la mejor falla grande? ¿Serán públicas las deliberaciones en 2011?
Esas y otras cuestiones quedan para la normalidad del calendario. El primer síntoma de esa normalidad fue visible esta misma madrugada después de que el ejército de bomberos sofocara las llamas y batallones de limpieza se hicieran con cada rincón de la ciudad. A las pocas horas de un incendio quasi colectivo, Valencia recupera su semblante sin rastro de la fiesta.
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