Primera bofetada a Schumacher

Por el momento, no hay todavía un conflicto interno en el equipo Mercedes. Pero la amenaza de que se produzca está cada vez más latente. Cuando Michael Schumacher decidió regresar después de tres años retirado de la fórmula 1, Nico Rosberg casi sufre un colapso. Ross Brawn le había prometido que sería el primer piloto de su escudería, pero con la venta del accionariado a Mercedes parecía claro que no iba a poder cumplir su palabra. El propio Brawn no había logrado convencer al siete veces campeón mundial de que abandonara su retiro dorado. Pero, cuando el interlocutor pasó a ser el constructor alemán, que tanto le había ayudado en sus etapas de formación, no pudo negarse.

Así que, de golpe, Brawn se encontró con un problema. Tener a Schumacher en el equipo suponía una gran satisfacción para él, pero también le creaba un buen número de obligaciones. Siempre habían trabajado juntos. Habían ganado siete títulos mundiales. Y Schumacher había gozado en Ferrari de una condición de líder que Rosberg no estaba dispuesto a tolerar en Mercedes. Brawn salió rápidamente al paso de las especulaciones. "El trato será igual para los dos", afirmó. Pero nadie le creyó. Sin embargo, en Bahrein parece que lo ha cumplido.

La primera consecuencia de ello es que, en los entrenamientos libres y la calificación, Rosberg ha sido bastante más veloz que Schumacher. Para el heptacampeón, de 41 años, ése ha sido el primer revés de la temporada. Se llevó una sorpresa porque estaba convencido de que eso no ocurriría. Hasta el punto de que ayer tuvo que reconocer: "Después de tres años fuera, todo esto es un poco diferente para mí. No he tenido tiempo de interpretar bien la conducta del coche. Y, tal como se ha visto, Nico es un poco más rápido que yo. Sin embargo, el campeonato es muy largo". Para él, esas palabras no suponen sólo una cura de humildad, sino también una declaración de intenciones en toda regla.

Nick Fry, coordinador del equipo, reconoció que los tiempos de Rosberg ?le sacó cinco décimas el viernes y tres ayer en la calificación, en la que fueron quinto y séptimo respectivamente? habían sorprendido a Schumi. "Un poco sí", indicó, "pero Schumacher necesita todavía un poco más de tiempo para dar lo mejor de sí mismo. No creo que el ambiente interno del equipo se deteriore por eso". Tal vez no. Pero la experiencia demuestra que a los campeones les cuesta aceptar estas situaciones. Le ocurrió a Fernando Alonso con Lewis Hamilton en 2007 y existe el peligro de que en McLaren vuelva a estallar la guerra, ahora entre Hamilton y Jenson Button, en cualquier momento. ¿Por qué va a ser Schumacher la excepción?

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