La tercera huelga general en dos semanas paraliza Grecia

Grecia vivió ayer la tercera huelga general en dos semanas desde que el pasado 24 de febrero los sindicatos protestaran contra el duro plan de austeridad del socialista Yorgos Papandreu, aprobado el 4 de marzo. Como en las dos convocatorias anteriores, la huelga paralizó los servicios básicos del país, sobre todo en Atenas.

Aunque las autoridades rebajaron sustancialmente los números de la Confederación General de Trabajadores griegos (GSEE, un millón de afiliados), que cifró el seguimiento en un 90%, la capital amaneció sin transporte público. Todos los aeropuertos, incluido el internacional ateniense, cerraron -seis vuelos entre Madrid y Atenas fueron cancelados-. Los trenes no circularon, los barcos no zarparon y los hospitales funcionaron con personal de emergencia.

La convocatoria contra las medidas de ajuste -necesarias, según Papandreu, para que el país siga recibiendo financiación exterior, pero que implican subidas de impuestos, congelación de pensiones y recorte de salarios públicos- fue secundada por los principales sindicatos públicos y privados.

Las manifestaciones no estuvieron exentas de violencia. Unas 20.000 personas marcharon hasta el Parlamento heleno, donde 20 manifestantes fueron detenidos por los enfrentamientos con la policía, en los que hubo 13 heridos.