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El TS ordena prisión para el padre que obligó a casarse a su hija menor

El padre de la menor de origen mauritano obligada a casarse y a mantener relaciones sexuales con su marido tendrá que ingresar en prisión. Así lo ha decidido el Tribunal Supremo que, con una condena de dos años y medio, atiende al recurso de la fiscalía a una sentencia de la Audiencia de Cádiz por entender que este órgano judicial había dejado sin sancionar los delitos de lesiones y maltrato doméstico al que los padres sometieron a su hija. El alto tribunal, con todo, rebaja las condenas para la madre y el marido de la joven al considerar que la Audiencia ha aplicado de forma indebida la agravante de parentesco.

En la sentencia, adelantada ayer por la Cadena SER, se recuerda que I. M. A. nació en Cádiz en 1992, aunque sus padres eran de origen mauritano. Durante su infancia vivió en el municipio de Puerto Real al cuidado de una familia española. En 2005, con 13 años, fue obligada a contraer matrimonio con un hombre 28 años mayor que ella natural del país de sus padres. Viajó hasta allí y durante un tiempo vivió con el que era su marido pero meses después regresó a España por su mal estado de salud.

El marido la violó

En España, volvió a recibir la visita de su marido, quien, según consta en los hechos demostrados, la violó con el consentimiento de su madre, presente aquel día. La violación se produjo con la permisividad de su padre, aunque aquella jornada estaba fuera de la casa. Según relató la propia niña, sus padres llegaron a amenazarla con lapidarla si no cumplía con las obligaciones matrimoniales.

El caso provocó un enorme revuelo mediático porque la familia mauritana intentó siempre exponer estas acusaciones como una grave incomprensión de la justicia española hacia las costumbres de su país. Los padres contaron incluso con el respaldo de la embajada.

Finalmente, la Audiencia Provincial impuso graves penas a la madre y al marido de la niña. A ella por coacciones, amenazas y agresión sexual. A él sólo por agresión sexual. Fueron condenados a 17 y 13 años de cárcel, respectivamente, al atender la petición de la fiscalía de considerar la agravante de parentesco. El padre de la joven sólo fue condenado a un año y seis meses de cárcel por amenazas.

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