La patronal quiere más asfalto

La provincia de Castellón está dividida, de norte a sur, por tres líneas de asfalto: una autopista de peaje (AP-7), una carretera nacional con un carril por sentido (N-340) y una eternamente reclamada e inacabada autovía (A-7), que será la que, previsiblemente, concentre la mayor parte del tráfico pesado, ya que también cuenta con enlaces al litoral. En el caso de Castellón, a estas tres carreteras se suma una cuarta, la CV-149, que une la ciudad con Benicàssim, un tramo muy transitado fundamentalmente en verano. Pero los empresarios quieren más asfalto y apuestan por que se ejecute el desdoblamiento de la N-340 entre la capital de La Plana y Oropesa, aunque el Ministerio de Fomento libere la AP-7 entre ambos municipios.

El Gobierno sólo contempla una de las dos opciones: o liberar o construir

Cierval apela a la "permeabilidad" de la carretera desdoblada

El departamento que dirige José Blanco comenzó a barajar esta posibilidad, rápida y barata, tras cuatro años de discrepancias entre Fomento y el Ayuntamiento de Castellón. El consistorio, por unanimidad, aceptó, en 2003, una de las propuestas expuestas por el ministerio. Pero después de que el PP perdiera las elecciones generales, el equipo de gobierno, también popular, consideró que aquella no era la mejor opción y alegó una afección al ermitorio de la Magdalena, que se encontraba en el mismo lugar que cuando votó a favor del trazado. El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta, ha anunciado que se optará por una de las dos opciones, o la liberalización o la construcción de la nueva vía.

El presidente de la Cámara de Comercio de Castellón, Salvador Martí Huguet, se mostró ayer a favor de llevar a cabo el desdoblamiento. En el caso de la Confederación de Empresarios de Castellón, CEC, su presidente, José Roca, prefirió no sopesar las opciones y esperar la adopción de una postura común, hoy, tras la reunión del comité ejecutivo de Cierval, que se celebra en Castellón. Sin embargo, el secretario de la patronal valenciana, Rafael Montero, no dudó en manifestar su idea de apostar por la ejecución del desdoblamiento.

Tanto la Cámara como Cierval aplaudieron y alabaron la liberalización de la autopista. Para el presidente de la Cámara, "la liberalización beneficiaría la seguridad vial, ya que muchos vehículos pesados que circulan por la N-340 pasarían a circular por la autopista, reduciendo los riesgos que supone su tráfico por una carretera que en muchos tramos tiene un solo carril y se ha demostrado muy peligrosa". Rafael Ferrando aseguró que le parece "muy bien que se libere la autopista". Pero en los dos casos apostaron por la construcción del desdoblamiento con una misma argumentación. Martí Huguet argumentó la "necesidad" de duplicar la N-340 "porque es muy importante para acceder a los distintos municipios ya que la AP-7 no permite la entrada a algunos pueblos y además sólo se conseguiría saturarla". Del mismo modo, el secretario de Cierval expuso la "rigidez" de la autopista y la "permeabilidad" de la carretera desdoblada, pese a que Fomento baraja la construcción de un ramal en Benicàssim, que es el único municipio que no tiene salida en la AP-7.