Igualdad en tiempos de crisis

Más de 1.000 mujeres de todas las edades (y algún que otro hombre) se concentraron ayer en la Plaza de Jacinto Benavente con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer. La crisis, acompañante permanente e indeseada, también se coló en la manifestación. "Con esta situación económica la prioridad es acabar con la brecha salarial que nos separa de los hombres y conseguir la igualdad laboral", reclamaba Josefa Pérez-Grueso, una sexagenaria veterana del movimiento feminista que recuerda el papel que tienen ahora las mujeres más jóvenes.

Al otro lado de la acera (y de la historia) estaba Ariana, que a sus 20 años decía ser consciente de la responsabilidad que ahora le corresponde "después de todo lo que han luchado nuestras madres y nuestras abuelas".

"La prioridad es acabar con la brecha salarial", decía una manifestante

La marcha transcurrió entre la plaza de Jacinto Benavente y Atocha

Un grupo de percusionistas fue el encargado de animar la marcha que transcurrió desde la plaza de Jacinto Benavente hasta Atocha. El ritmo atrajo a varios curiosos y paseantes que se adherían al gentío atraídos por la música y las canciones. "Estamos aquí para conseguir la igualdad en el empleo, para que los hombres vean más claros nuestros derechos y, sobre todo, para que no haya más muertes", contaba Mari Paz Sáez, una limpiadora de 50 años, a la que su marido no le dijo nada por ir a la marcha, pero con el que tiene "piques" en el debate por la igualdad.

Mariano Crespo, fue uno de los pocos hombres que acudió ayer. Junto a su mujer, Isabel Pérez, explicaba cómo en su casa habían conseguido "más o menos" la igualdad. "Yo me encargo de cocinar y ella de la limpieza". "Eso sí, el lavado de platos es mío", replicaba bromeando Isabel. Tienen un hijo y una hija. "A los dos les hemos transmitido el mismo mensaje, pero el chico siempre hace mucho menos en casa", comentaban los padres.

El modelo patriarcal es la base del problema para muchos de los asistentes. "Yo como gay estoy aquí para acabar con el machismo, con la sociedad patriarcal que nos oprime. Hay otra masculinidad posible", decía Toni Poveda, de 41 años.

En la familia de Ariana, la joven que agradecía el camino recorrido por sus antecesoras, su padre es pintor y su madre limpiadora. "Mi madre está sin contrato, precaria y con menos dinero que mi padre, y como parece que él es que más tiempo pasa fuera, no hace nada en casa. Así que mi madre tiene que trabajar dentro y fuera", respondía la joven cuando se le preguntaba por su modelo familiar. "A lo mejor es ahí por donde tenemos que empezar: por cambiar nuestras familias".

Por otra parte, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, reclamó ayer que no se utilice la crisis para establecer nuevas formas de discriminación, que impidan la igualdad entre hombres y mujeres, informa Efe. Aguirre hizo esta petición en el acto institucional celebrado en la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

En un comunicado leído por la consejera de Empleo y Mujer, Paloma Adrados, el Gobierno regional se comprometió a "seguir trabajando para lograr la igualdad real" y a "remover los obstáculos" que impiden la incorporación de las mujeres a todos los ámbitos sociales.

Aguirre recordó en su discurso que existe "una brecha salarial" que permite que muchas mujeres cobren menor salario que los hombres por el mismo trabajo.