Miradas plurales sobre las mujeres
37 artistas internacionales reflexionan en Cádiz sobre la igualdad
Unos son jóvenes, otros veteranos. Unos son hombres, otras mujeres. Pero todos se encuentran en la misma exposición para demostrar que sus miradas singulares representan una voz plural. La Diputación de Cádiz inauguró ayer una muestra con obras de 37 artistas con formatos y objetivos diferentes pero con la mujer como centro de sus creaciones. Máscaras, neveras, paisajes, retratos, líneas. Todo sirve para encontrar la musa inspiradora en el poliedro de la igualdad como asunto central.
La exposición Miradas singulares, voces plurales fue un encargo del Área de Igualdad de la Diputación de Cádiz a la comisaria Paula Llull. Se trataba de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, pero también los 20 años del departamento de Igualdad en la institución provincial. "Tenía que girar sobre la políticas de género, pero hemos diseñado una exposición muy amplia para no caer en tópicos feministas y no quedarnos sólo en la mera reivindicación", detalla Llull. "Algunos artistas dijeron que sí porque no era una propuesta cerrada sino que había un amplio abanico de posibilidades".
La muestra presenta obras de Marina Abramovic, Carmen Laffón y García-Alix
Abre la muestra un impresionante mural donde rostros femeninos se ocultan sobre pinturas y caretas. Su autora es la joven gaditana Ana Lorente. "Combinamos a valores emergentes con otros consagrados", detalla la comisaria. Destaca también la obra Kitchen, de la serbia Marina Abramovic, un llamativo homenaje a una Santa Teresa que levita sobre los cacharros y sartenes apilados sobre el fregadero. Forma parte de su último trabajo en torno a esta figura religiosa. Su mensaje es evidente. Más difícil de entender es la cabellera negra elegida por la guatemalteca Regina José Galindo. Se trata de pelo real de mujer que en su país se llega a vender al peso. Es una denuncia contra la explotación. En esa misma línea se exhibe una máscara veneciana, la que tapaba el rostro de la mujer pero no tenía más sujeciones que un pomo que debía ser agarrado con la boca. El único lenguaje con el que podía expresarse la portadora era el del cuerpo. Las obras de Carmen Laffón, Hannah Collins y Cristina Iglesias están también en la muestra.
Aunque no lo pretenden, muchas de las piezas dejan ese halo de reivindicación contra las desigualdades y los malos tratos. Hay mensajes contra el consumismo como el audiovisual que presenta la jerezana Inma Parra, Vente a mi nevera. A través del testimonio de sus protagonistas sobre el contenido de sus frigoríficos se traza un retrato social. Igualmente impactantes son las fotografías de niños de la coreana JeongMee Yoon. Las dos imágenes seleccionadas para esta exposición resaltan a una niña rodeada de juguetes rosas con sonrisa angelical y a un niño de rostro agresivo y gesto obsceno entre paredes y todo tipo de objetos azules.
En la lista de autores invitados hay muchas mujeres pero también hombres como Jesús Micó, Juan Carlos Sánchez Lamadrid, Alberto García-Alix , José Luis Beneyto o Francisco Almengló. La presencia de autores femeninos y masculinos, la variedad de estilos y la multiplicidad de mensajes inciden en el verdadero reto de la muestra. "Cada propuesta es individual pero hemos conseguido que todas juntas ofrezcan un discurso extrapolable a distintas partes del mundo", sugiere la comisaria de la muestra. Cortometrajes, fotomontajes, pinturas abstractas o retratos forman esta voz plural sobre la mujer que se puede visitar hasta el 18 de abril en el Palacio Provincial de Cádiz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.