El otro banquillo de la selección inglesa de fútbol
Capello se enfrenta a las mujeres de los jugadores por sus vidas amorosas
Un acrónimo que está estos días constantemente en los medios ingleses, lo mismo los tabloides sensacionalistas que la autodenominada prensa de calidad, es WAGs. Se empezó a utilizar en 2002 y alcanzó su madurez en 2006. Es la manera de referirse a las esposas y las novias (wifes and girlfriends) de los futbolistas y, por extensión, de cualquier deportista un poco famoso.
Estos días las WAGs están en todas partes porque se acerca el Mundial de Suráfrica y porque las infidelidades de los futbolistas están de especial actualidad. El turbulento triángulo nada amistoso formado por los jugadores Wayne Bridge y John Terry y la ex compañera del primero y ex amante del segundo, la francesa Vanessa Perroncel, ha provocado un debate nacional en el que ha llegado a intervenir el primer ministro, Gordon Brown, y que le ha costado a Terry la capitanía de la selección de Inglaterra.
Victoria Beckham se desmarca del grupo y viajará por su cuenta al Mundial
El relevo informativo lo han cogido el defensa del Chelsea Ashley Cole (al que los hinchas del Arsenal llaman Cashley porque dejó el equipo para ganar más dinero con los rivales londinenses) y su esposa, la supuesta cantante Cheryl, más conocida por su trabajo de jurado en el popular X-Factor, el equivalente de Operación Triunfo. Las continuas infidelidades de Cole les han llevado a las puertas del divorcio y los tabloides cuentan un día tras otro el infierno de la otrora feliz pareja.
El escenario suele ser el mismo siempre: todos saben de las aventuras del futbolista pero éstas no cuentan hasta que no son publicadas. Luego llega la fase de la separación. Después las fotos supuestamente furtivas previas al esperado final feliz: la reconciliación.
En algunos casos no llega a haber separación, como cuando News of The World dio cuenta en 2004 del romance de David Beckham con su asistente personal en Madrid, Rebecca Loos. Tras su inicial huida a Suiza, Victoria Beckham -que había seguido viviendo en Inglaterra- decidió mudarse a Madrid y la pareja desmintió que tuvieran problemas. Su ruptura, si se hubiera producido, quizá habría salido en las páginas económicas dada la fenomenal capacidad del matrimonio para ganar dinero juntos.
Al catolicón y pudoroso entrenador de Inglaterra, el italiano Fabio Capello, no le gustan las WAGs. Ya antes de los escándalos de Terry-Bridge y de Cole, que han dejado a Inglaterra sin lateral, había decidido prohibir su presencia en Suráfrica, aunque no está claro que pueda impedirlo legalmente.
Capello no quiere que ocurra lo que pasó en el pasado Mundial en Alemania, cuando un grupo de WAGs se instalaron en Baden-Baden y centraron la atención de la prensa inglesa. Las WAGs mataron el tiempo yendo de compras por la mañana y de juerga por la noche entre vis a vis y vis a vis con los muchachos. Y Capello cree que ahí empezó Inglaterra a perder el Mundial.
Su aviso parece haber tenido efecto. Dos estrellas de la selección, Rooney y Gerrard, ya han anunciado que sus parejas no irán a Suráfrica a menos que Inglaterra llegue a semifinales. Y Victoria Beckham quiere instalarse por su cuenta, sin las demás. Señal de que la cotización del circo de las WAGs ha empezado a caer.
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