La montaña de Wawrinka
El 'número 19' del mundo empieza con una costosa victoria de casi cuatro horas sobre Almagro su maratón de tres días - Ferrer iguala la eliminatoria ante Chiudinelli
Stan The Man Wawrinka deja la plaza de toros de La Ribera con su cara picada enmarcando una sonrisa. Éste es el parte de guerra: España, la campeona vigente, iguala 1-1 con Suiza al cierre de la jornada inaugural de la primera ronda de la Copa Davis. Éste es el reto de Wawrinka, el número 19 del mundo: recuperarse de 3h 58m de partido para jugar tres encuentros en tres días y hacer buena la cabeza de puente que es su victoria contra Nicolás Almagro (6-3, 4-6, 6-3, 5-7 y 3-6), luego igualada por la de David Ferrer ante Marco Chiudinelli por 6-2, 7-6 (5) y 6-1.
Hace un frío helador. Los VIP ven los partidos arrebujados en sus abrigos. Corre generoso el vino tinto con denominación de origen por los pasillos. Y todo, sorprendentemente, marcha según lo previsto por los estrategas suizos, que hoy (16.00, La 2) buscan dejar a España temblando mientras Marcel Granollers y Tommy Robredo pasan el difícil trago de debutar como pareja en la Davis frente a Wawrinka e Ives Allegro.
Marcel Granollers y Tommy Robredo debutan hoy como pareja en el dobles
Es jueves y Severin Luthi, seleccionador visitante, aprieta el muñeco de Homer Simpson que le ha regalado Wawrinka; recuerda los tiempos en los que su jugador era un júnior amamantado en los torneos de arcilla españoles, de Valencia a los entrenamientos en la Academia Sánchez-Casal de Barcelona; y enseguida, con los pies manchados por el albero de la plaza, lanza un aviso: "Stan creció en tierra. Es muy bueno en arcilla, estable desde el fondo y con una buena capacidad física. Insisto: ha crecido en tierra. Se siente muy cómodo. Con él tenemos dos partidos abiertos. Nadie le va a subestimar".
"Y es que la tierra es la mejor superficie de Wawrinka, porque juega lejos de la línea de fondo, con mucho efecto, golpes liftados. Es muy completo", razona Emilio Sánchez-Vicario, ex jugador y seleccionador, mientras en la plaza resuenan con estruendo cencerros suizos, trompetas españolas y gritos multinacionales contra bastantes asientos vacíos. "Y también ocurre", prosigue, "que jugar en Logroño es complicado, duro, porque hay más de 300 metros sobre el mar y él está acostumbrado a la altura. Es un top 20 claro. Le falta consistencia mental para subir el siguiente escalón, pero está siempre ahí".
Es Wawrinka contra España. "Y eso", razona Albert Costa, el seleccionador español, que como su homólogo suizo puede cambiar de jugadores hasta una hora antes del partido, "se le tiene que hacer una montaña. A mí, si fuera él, me costaría imaginarme ganando el primer día, el dobles y el domingo". A Wawrinka, claro, no le cuesta nada imaginarse eso y más, demostrada su dureza tras vencer un partido en el que siempre estuvo en desventaja. "Y yo le veo bien, con cuatro horas en el cuerpo", se felicitó Almagro, que cumplió con el encargo de desgastar al mejor suizo mientras dejaba escapar un partido que dominó casi siempre, y en el que estuvo break arriba en la quinta manga. "¿Precipitación? Al revés. Él ha jugado sus bazas".
Las bazas de Wawrinka, de finísimo revés plano, tuvieron la marca de la escuela española, altas sus bolas, seguros sus golpes liftados de pronunciada curva que obligaban al murciano a poner toda la fuerza y el riesgo. "He intentado ser siempre positivo. Con el marcador en contra he mirado hacia delante. Tengo experiencia. Estoy preparado para jugar", dijo el suizo. Tuvo mérito lo suyo: España sólo ha perdido 18 de los últimos 89 partidos que ha disputado como local.
La selección se la juega sin sus tres mejores tenistas (Rafael Nadal, Fernando Verdasco y Juan Carlos Ferrero), en altura y bajo techo. Luthi, que relajó a los suyos durante la semana llevándoselos a las bodegas de Marqués de Riscal, en El Ciego, a 20 kilómetros de Logroño, piensa en eso y sonríe pese a no ser favorito. "Para los españoles va a ser difícil si conseguimos mantenernos a la par en el marcador", decía el jueves el asesor de Roger Federer mientras soñaba con el 1-1 finalmente conseguido. "Se pueden poner nerviosos. No es fácil para ellos. No vienen con sus jugadores titulares. Podemos ponerles nerviosos. Tendremos nuestras oportunidades. Se lo he dicho a mi equipo: 'El año pasado, incluso sin Rodschi (Roger Federer), tuvimos nuestras opciones contra Estados Unidos. Íbamos 1-0 arriba, pudimos ganar el dobles... Es lo mismo ahora. La presión está sobre los españoles. ¡No hay una gran diferencia entre nosotros!".
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