Pablo VI
Atraviesa un síndrome gripal febril que no provoca preocupación alguna por el momento, según asegura la Santa Sede. La enfermedad ha obligado a suspender la audiencia general, aunque el Papa bendecirá a los fieles congregados en la plaza de San Pedro desde la ventana de su estudio privado. Hace cerca de dos años precisamente tuvo que suspender también la audiencia de los miércoles a causa de un ataque de artrosis. Desmintiendo rumores sobre la supuesta gravedad de los males ,que aquejan a Pablo VI, el Papa ayudará a portar una gran cruz de madera, como hiciera el cirineo del que hablan los tres evangelistas, ayudando a Jesucristo.
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