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Análisis:ANÁLISIS
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las falsas apariencias

En el último pleno de las Cortes Valencianas pasaron muchas cosas y ninguna de ellas buena. Algunas, como el autoritarismo del vicepresidente Rafael Maluenda que provocó una crisis institucional, ya han sido comentadas. Igual ocurre con el insulto del vicepresidente Juan Cotino a la portavoz de Compromís Mònica Oltra. La gravedad de ambos incidentes dejó en segundo plano otros hechos que ocurrieron en la sesión de control al Consell, especialmente una frase de Francisco Camps que, visto lo ocurrido en ese mismo pleno horas antes y del comportamiento general de los miembros del Gobierno valenciano, cuesta discernir si forma parte del mundo imaginario en el que habita desde hace un año el presidente o, simplemente, es puro cinismo. En una réplica al portavoz parlamentario socialista, Ángel Luna, Camps dijo: "Yo prefiero hablar, pactar, negociar". Lo que no dijo es con quién.

El diálogo, el pacto, la negociación se hacen siempre con el oponente político; pero el jefe del Consell hace ya tiempo que les negó el saludo a los dirigentes socialistas, convencido como está de que le quieren ver en la cuneta y con un tiro en la nuca. A los de Esquerra Unida les ignora y a los de Compromís, depende. A Mònica Oltra la insulta y a Enric Morera le pasa la mano por el lomo, según el humor con que se haya levantado o según lo hiriente que el dirigente del Bloc haya estado en su intervención. Diálogo, pacto y negociación son términos que desde hace un año, justo cuando estalló el caso Gürtel, sólo figuran en el vocabulario del presidente a efectos retóricos; pero nada más.

También dijo el presidente que prefería "las frases sencillas a las gruesas que generan autoexclusión". Respondía así a una cita de Leonardo Sciacia efectuada momentos antes por Ángel Luna. Los hechos desmienten al presidente. Es verdad que en sus discursos no abundan las citas, aunque nunca sabremos si es por voluntad propia o por pura ignorancia, pero no lo es menos que utiliza un lenguaje pomposo, redundante, exagerado y fatuo cuando de glosar los éxitos de su Gobierno se trata. Su aparente humildad es tan engañosa como su declaración de bienes. Que no es falsa, vaya eso por delante. Lo que declaró es lo que tiene a su nombre. No mintió. Pero es increíble. Es verdad que tiene el mismo coche desde hace 15 años; pero no lo es menos que el vehículo familiar que utiliza es uno moderno y de gama alta que debe estar, probablemente, a nombre de su mujer. Es austero, pero no pobre. Ni tan siquiera es de clase media. En presidencia de la Generalitat, cuando se dio a conocer su declaración de bienes, estaban contentos: "Es el retrato de un hombre normal", dijeron. No es verdad. El presidente de la Generalitat nunca es un hombre normal. Y el perfil medio de una familia valenciana no tiene nada que ver con la primera familia de la Comunidad Valenciana, valga el paralelismo con la terminología estadounidense.

- Cajas. Aunque todo indique lo contrario, en la vicepresidencia económica del Consell no han tirado la toalla para sacar adelante la fusión entre Bancaja y la CAM antes del mes de junio, que es cuando finaliza el plazo para acogerse a las ayudas del FROB. Cómo piensa sacarla adelante Gerardo Camps es un arcano que nadie conoce. El único hecho objetivo es la voluntad explícita del Banco de España de reordenar el mapa financiero de las cajas de ahorro reduciéndolas. Pero también lo es que el gobernador del banco central no está por la labor de la fusión de las cajas valencianas por dos razones elementales: los costes sociales y la suma de riesgos que implicaría tal operación. Pese a ello, en el Palau del Almirall, sede de la consejería de Economía, aún se sigue apostando por la viabilidad de la fusión. Visto lo que está ocurriendo en Galicia, no lo va a tener fácil el vicepresidente económico.

Por cierto, el Banco de España está de inspección en Bancaja. Lo que no tiene por qué querer decir nada. Es lo habitual.

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