Una pantalla para abrirse al mundo
Un 'software' permite a paralíticos cerebrales usar el ordenador para comunicarse
Chonín tiene 41 años y vive en el barrio de Monte Alto, en A Coruña, con sus padres. Desde que nació padece una parálisis cerebral que le impide hablar y escribir y la obliga a usar una silla de ruedas. Su capacidad intelectual es la misma que la de la gente que la rodea, pero siempre ha sufrido para comunicarse con ellos. Para eso ha estado empleando un teclado de papel en el que señalaba letras hasta completar una palabra. Era su única vía de comunicación hasta hace cuatro años, cuando comenzó a trabajar con un grupo de informáticos de la Universidad de A Coruña. Ahora una pequeña pantalla táctil la ha abierto al mundo.
La tecnología permite a Chonín expresar su "enorme alegría" por poder usar un ordenador especialmente adaptado por el grupo de investigación dirigido por Alejandro Pazos y en el que ha colaborado Javier Pereira. La idea resultaba sencilla: permitir que personas con discapacidades físicas o de avanzada edad pudiesen utilizar un ordenador en su día a día. "Mejora mucho su calidad de vida", indica Javier.
Pese a su capacidad intelectual, antes no podían expresarse
El programa creado por informáticos de A Coruña se puede descargar gratis
Estos investigadores han diseñado un programa informático que se instala en un ordenador y que se adapta a las características de cada persona. En el caso de Chonín, han usado una pantalla táctil con un menú sencilo y enormes iconos que ella puede señalar. Posee desde mensajes pretederminados del tipo "estoy enferma" o "me llamo Chonín y tengo parálisis cerebral" hasta un teclado que le permite escribir sus propios pensamientos. También le permite navegar por Internet, un mundo virtual en el que se vale por ella misma.
"Las tecnologías sirven para acercar a la gente, pero se está produciendo una brecha digital más grande todavía para las personas dependientes. Todos acceden menos ellos. Tratamos de construir pequeños puentes para que la gente más alejada se acerque", explica Alejandro Pazos.
Chonín es la estrella de este grupo de trabajo porque ha colaborado para ir mejorando día a día este software que puede descargarse gratuitamente en la página de la Universidad coruñesa y que permite adaptar el ordenador a las necesidades de cada usuario. "Una persona con parálisis como ella no puede escribir, pero sí pulsar la pantalla; y una persona mayor tiene problemas para hacer un doble click, pero sí puede pulsar la pantalla o un botón", explica Pereira.
Son ya 1.500 las descargas hasta el momento y universidades y asociaciones de Puerto Rico, Francia o Estados Unidos se han puesto en contacto con este grupo de investigación para conocer a fondo un software basado en las necesidades de cada paciente. Incluso una empresa que ha desarrollado un sistema para controlar el ordenador con la pupila quiere conocer esta aplicación ideada por los investigadores gallegos.
En el caso de lesionados medulares con parálisis completas han recurrido al ingenio. Un botón situado junto al cuello permite a un chico con el resto del cuerpo paralizado controlar el ordenador, en el que un sistema de barrido va señalando las diversas opciones que tiene con grandes iconos iluminados: escribir, navegar por Internet, jugar al solitario... En el momento en que el cursor se detiene en la opcion que desea, gira el cuello. "Es muy lento, pero ellos siempre te dicen que lo que les sobra es tiempo", matiza Pereira.
El centro de la asociacion de parálisis cerebral Aspace de A Coruña es uno de los que más ha colaborado con el grupo en el desarrollo del proyecto y son ya cuatro las personas que, como Chonín, han encontrado en la informática la oportunidad para romper el aislamiento a que les somete su discapacidad física. Han fomentando su integración. De ahí el nombre del proyecto: IN-TIC.
No son los únicos beneficiarios. También a los mayores les ayuda para, por ejemplo, mantener el contacto con sus familiares. Pereira comenta que solicitan sobre todo que les adapten el juego del solitario, con el que han tenido dificultades, y la videoconferencia, a la que acceden también pulsando un boton. "Pero el terapeuta de un centro, con unos mínimos conocimientos de informática, es capaz de adaptarlo a las necesidades de cada persona", añade. Para conocer sus demandas lo están probando en el centro de día de la Cruz Roja de A Coruña.
Los usuarios se sienten pletóricos. Pese a que no puede hablar, Chonín expresa su satisfacción por transmitir sus sensaciones a quien tiene alrededor y poder dar las gracias a sus padres y a su hermana Ángela. Ahora puede enviar ese agradecimiento por correo electrónico a quien quiera desde su silla de ruedas.
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