El PP se descuelga del acuerdo para combatir el fracaso escolar

El rechazo del PP a un acuerdo educativo en Andalucía se veía venir, pero sólo se comprobó ayer cuando al filo de las tres de tarde, el panel de votaciones del Parlamento andaluz computó 46 luces rojas de los escaños populares. El informe sobre convergencia educativa elaborado por los tres grupos parlamentarios (socialista, popular e Izquierda Unida) contó con el voto en contra del principal partido de la oposición que imputó a la "prepotencia" de José Antonio Griñán el frustrado pacto, que pretende luchar contra el fracaso escolar. Una hora antes de que el PP desvelara si se sumaba o no al acuerdo, el presidente de la Junta dejó clara su negativa a romper el consenso alcanzado de antemano con IU, lo que fue interpretado por el líder popular, Javier Arenas, como un "boicot".

El citado informe hace un diagnóstico del sistema educativo andaluz y recoge 131 medidas de actuación. No es, como recordó la consejera de Ecuación, Mar Moreno, desde la tribuna, un pacto educativo como el que se pretende en España, ni tampoco sus conclusiones son vinculantes. Dicho esto, señaló que el documento será "la hoja de ruta del desarrollo" de la Ley de Educación de Andalucía (LEA).

El propio Arenas ya venía advirtiendo de que sería "muy difícil" apoyar el informe de convergencia. Las principales discrepancias se centraban en la petición del PP de elevar la financiación educativa hasta el 7% del PIB en 2012, un plan de infraestructuras en los centros que acabara con las llamadas caracolas y el reconocimiento del profesorado andaluz como "autoridad pública". Según la portavoz socialista, Araceli Carrillo, algunas de las medidas trascienden el marco normativo autonómico. Para Mar Moreno, el 80% de las propuestas del PP están recogidas en el informe redactado por el grupo de trabajo del Parlamento.

Hasta el último momento, Moreno confió en que el PP se abstuviera al dictamen, como ya hiciera en comisión, una posición que consideraba "constructiva". Para los socialistas, el PP ha querido "imponer" su programa electoral e intentado "confundir" con que lo que estaba en juego era un pacto educativo, cuando éste ya está fijado en la LEA, aprobada en la anterior legislatura. Los populares explicaron de manera confusa su negativa, con la coartada de que Griñán lo había "tirado a la papelera" con estas palabras: "Tenemos un consenso mayoritario con otro grupo y no vamos a romperlo por hacerlo con ustedes". Y a ellas se agarraron. La portavoz popular lo acusó de "prepotencia", de tomarle el pelo a su grupo, cuando en Andalucía existe "el peor nivel educativo de todo el mundo occidental".