La sobrina más rubia de Aretha
Joss Stone encandila con su incandescente soul 'aW' (antes de Winehouse)
Cuesta creer que Joscelyn Eve Stoker, la jovencita de larga melena rubia ceniza y talle exuberante que se adueña de la sala Heineken a las 21.55 de la noche, es una artista que entregó hace ya unos meses su cuarto álbum. Se titulaba Colour me free y desde entonces aún ha tenido tiempo de embarcarse en un agrio litigio con su discográfica para obtener la carta de libertad. La música popular es territorio abonado para las precocidades, de acuerdo, pero lo de Joss Stone -nombre artístico pétreo para un talante arrollador- constituye un caso aún más excepcional: debutó en las tiendas con apenas 16 añitos y aún habrá que esperar hasta abril para que sople la vela número 23. Fue el suyo un advenimiento apoteósico para el nuevo soul, con el mérito adicional de haberse producido dos años antes de Amy. De la Winehouse y su Back to black, evidentemente.
La cantante desparrama desde el primer minuto una voz torrencial
No tendrá Joss muchos trienios acumulados en la Seguridad Social, pero le sobra desparpajo a raudales. Comanda sin aspavientos una banda rocosa de cinco instrumentistas y dos coristas. Y desparrama desde el primer minuto una voz torrencial, abrumadora, que mana sin que aparente realizar el más mínimo esfuerzo.
Esta mocita británica de Dover es, como la Winehouse, Duffy, Alice Russell, Laura Vane y otras cuantas, una vocalista con alma negra atrapada en un cuerpo de rostro pálido. Pero por muy lechosa que luzca la epidermis, no hace falta ni un tema completo para comprender que nada le satisfaría tanto como hacerse un hueco en el árbol genealógico de Aretha Franklin. Cualquier día de éstos le propondrá que la adopte como sobrinilla.
Las rencillas con la EMI han condenado a Colour me free a una distribución casi clandestina. Por eso no todo el público estaba familiarizado con baladones apabullantes como 4 and 20, crónica de un ultimátum amoroso de 24 horas. Ahora que se nos avecina el cuento chino de San Valentín, Stone dejó una reflexión al respecto: "Yo le escribo cartas de amor a la música porque es un valor más seguro que novios, novias, maridos o lo que quieran imaginar". Joss componía con 15 años delicias como Could have been you, añade a veces a la receta algún guiño al reggae (Less is more) y, en el apartado de versiones, extrajo chiribitas de aquel viejo Some kind of wonderful, de John Ellison. No lo dudes, Aretha; esta rubita ha salido a su tía.
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