El dolor más íntimo de Brown

El primer ministro británico, Gordon Brown, ha mostrado su lado más paternal en una entrevista de televisión en la que habla de la muerte de su hija y de las esperanzas que tiene de que su hijo supere la fibrosis quística que sufre.

En la entrevista pregrabada, que se difundirá el domingo por la noche en el programa Piers Morgan's life stories de ITV, un sensible Brown habla de su dolor por la muerte de su hija Jennifer Jane, que sufrió una hemorragia cerebral en enero de 2002, 10 días después de su nacimiento prematuro. "Hubiera cumplido nueve años y uno no deja de pensar en sus primeros pasos, las primeras palabras, el primer día del colegio, y que eso no existe", dijo Brown, que en algunos momentos tuvo que reprimir las lágrimas.

Hijo de un sacerdote escocés, el primer ministro tiene dos hijos. El pequeño, de tres años, padece fibrosis quística, una dolencia que puede reducir la esperanza de vida a los 40 años. Brown dijo que confiaba en que los avances médicos puedan ayudarle.

Los analistas políticos aseguran que la entrevista supone un cambio de tono significativo en el político de 58 años, retratado a menudo como taciturno y más cómodo refiriéndose a estadísticas económicas que hablando de sus sentimientos.

Brown, que tras su llegada al 10 de Downing Street prometió que nunca utilizaría a su familia para ganar votos, debe convocar elecciones generales para el próximo mes de junio. El Partido Laborista, en el poder desde 1997, va por detrás de los conservadores en los sondeos, pero la horquilla se está estrechando. El líder de la oposición, David Cameron, 15 años más joven que Brown y buen comunicador, perdió a su hijo Ivan, minusválido, hace un año cuando el pequeño tenía seis años.