Ante el juez por descuidar el arte

"Esto es una mierda", exclamó el PP de El Campello cuando en 1989 el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, encargó a Arcadi Blasco la obra escultórica El Pescador. Ellos esperaban otra cosa. El proyecto, con dos grandes esculturas, fue concebido para que una parte estuviera en tierra (popa), y otra (proa) en el mar para emular la relación del pueblo pescador con el agua. La obra ha sido objeto de más de una decena de publicaciones internacionales. Sin embargo, en el año 2005, tras la moción de censura que aupó al PP al poder, la playa se amplió con grava y arena, y la escultura quedó en dique seco.

El artista de Mutxamel intentó durante un año negociar con el Ayuntamiento el cambio de ubicación, para que regresara al mar. Pero no obtuvo respuesta. A finales de 2006, con el amparo de la Fundación Arte y Derecho, el escultor emprendió una batalla en los tribunales. Arcadi Blasco presentó una demanda civil contra el Ayuntamiento por una "vulneración del derecho moral del autor" y por "la integridad de la obra", según explicó ayer el abogado Eliseo Martínez. El juzgado de lo Mercantil número 2 de Alicante acordó ayer, a petición del abogado del Estado, suspender el juicio previsto porque los informes periciales no se habían comunicado a las partes con cinco días de antelación.

Blasco exige que la escultura regrese al mar, como fue concebida, y una indemnización de 100.000 euros. El Ayuntamiento alega que la ampliación de la playa la acometió el Ministerio de Medio Ambiente y que la escultura, en realidad no ha cambiado de lugar. "Pero sí cambió su contexto, es como si el cuadro El origen del mundo de Courbet anunciara un prostíbulo", explicó Javier Gutiérrez, director de la Fundación Arte y Derecho.

El artista también recrimina los desperfectos y actos vandálicos que ha sufrido la escultura, que acumula basura, pintadas, y roturas, lo que demuestra la "pasividad y desinterés del Ayuntamiento en la custodia y conservación de la obra de arte", explicaron los abogados.