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Baltar ofrece auxilio económico a la Academia

Ferrín reclama que el Gobierno central y la Xunta participen en las cuentas

Baltar no tiene voto en la Real Academia Galega (RAG). Si lo tuviera, se lo habría dado a Xosé Luis Méndez Ferrín, la "mejor elección posible" en estos momentos para la institución académica, considerando el "compromiso histórico con nuestra lengua" del nuevo presidente.

El titular de la Diputación recibió ayer entusiasmado a su "buen amigo y buen orensano". Apenas iniciado el acto público, le ofreció el respaldo económico del organismo provincial mediante la firma de un convenio, además del "apoyo firme" a su candidatura para el Premio Nobel de Literatura.

"La Diputación de Ourense colaborará con la Real Academia en lo que le pidas; que tenga lo que quieras", ofreció el político con su "compromiso encendido" al académico para que la RAG "no pase las estrecheces que ha pasado hasta ahora", sin financiación de la Xunta de Galicia.

A Ferrín -quien se reconoció emocionado por estar en su tierra, a unos metros de la casa en la que se crió- la oferta le cogió de sorpresa: "No era nuestro propósito hablar de economía en esta primera reunión", indicó el presidente de la RAG tras agradecer la disposición. Pero Baltar allanó el camino. "Vi reflejadas las penurias de la Academia, que son las del pueblo gallego, y aunque nuestros presupuestos no son boyantes, no voy a consentir que se mantenga" la necesidad económica, precisó el presidente provincial para advertir a continuación de que "hablar bien, sin poner las habas en la mesa, lo hace cualquiera". Después justificó lo inesperado de su propuesta: "Cuando veo entrar a la gente por esa puerta ya sé lo que quieren y, normalmente, yo tengo la medicina preparada".

José Luis Baltar dejó claro su punto de vista sobre el papel de la RAG, "una institución clave y esencial para entender nuestro propio país", que debe "abrir puentes" para que "sectores tan distintos puedan entenderse".

El apoyo del presidente orensano a la institución académica no será sólo económico. "Siempre nos tendrá de su lado por la defensa de nuestro idioma", advirtió también. Ferrín calificó la recepción de "acto hondamente cordial" y reconoció las estrecheces económicas de la institución que preside.

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El académico destacó, contestando a preguntas de los periodistas, que "lo ideal" sería que las cuentas de la RAG estuvieran incluidas en los presupuestos públicos de la Xunta de Galicia y del Estado español. Tras aludir a la financiación de la Academia vasca, "respaldada por el gobierno de Euskadi, las cuatro diputaciones, además de la Foral de Navarra, y el Ministerio de la República Francesa", reconoció los costes derivados de la labor de la institución gallega que tiene en nómina a 28 personas. "Mientras no figure financiación en los presupuestos de la Xunta, bienvenida sea la de la Diputación", que viene respaldando a la RAG desde el siglo pasado.

Para "poder sobrevivir", la RAG necesita 1,2 millones de euros anuales, según la estimación de la nueva directiva que teme los "previsibles recortes de subvenciones". La institución está "muy apurada", aseguró Méndez Ferrín tras destacar que tiene que realizar tareas "permanentes" como la nueva edición del diccionario, algo "inacabable", y continuar con la toponimia y la onomástica. Todo ello, sin fondos propios y con una partida de la Consellería de Educación de 60.000 euros a fondo perdido.

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