Los premios Rey Jaime I piden salvar la investigación del ajuste económico

La importancia de la investigación para mejorar la sociedad y salvar la crisis económica flotó ayer por la mañana entre las columnas de la Lonja de Valencia con ocasión de la entrega de los premios Rey Jaime I que auspicia la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados desde 1989 para reconocer el impulso de la ciencia y la cultura en España.

Los cinco galardonados incidieron en la misma idea con distintas variaciones. Ángel Carracedo, catedrático de Medicina Legal y premio a la investigación médica, solicitó que el "importante" esfuerzo desarrollado en las dos últimas décadas en España en favor de la ciencia y la investigación "se mantenga en estos momentos de crisis" para que España no se quede "lejos de los países más avanzados".

"Hay que fomentar la investigación, singularmente en tiempos de crisis"

María Ángela Nieto, investigadora del Instituto de Neurociencias de Alicante y premio a la investigación básica, pidió que no se "descuide" la investigación en tiempos de crisis. Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados y premio a la protección del medio ambiente, confió en que los presupuestos del Estado de 2011 palien la falta de inversión en investigación científica de este año y se aproximen más a la media europea.

Joan Nogué, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Girona y premio al urbanismo, paisaje y sostenibilidad, reclamó a las administraciones públicas que tomen conciencia de que el paisaje "no es un tema cosmético".

Gonzalo Anes, director de la Real Academia de Historia y premio de economía, instó a las fuerzas políticas a "ponerse de acuerdo" para salir de la crisis.

El Príncipe de Asturias recogió el sentir de todos ellos y destacó "la importancia que tiene la actividad investigadora para asegurar el progreso". Y añadió: "Fomentar la investigación, promover el desarrollo tecnológico y la innovación es una premisa básica para avanzar hacia una sociedad cada vez más fundamentada en el conocimiento, con el que será capaz de mejorar en todos los sentidos, de alcanzar mayor bienestar, crecimiento y empleo, singularmente en tiempos de grave crisis económica".

Don Felipe también destacó "la raigambre valenciana", vocación española y "aval internacional" que caracterizan los Premios Rey Jaime I, cuyo jurado incluye varios premios Nobel.

La gala del conocimiento que presidieron los Príncipes de Asturias estuvo atravesada por la grave crisis económica, pero también por la reivindicación de la capacidad de la comunidad científica para mejorar las condiciones de vida.

Francisco Camps, presidente de la Generalitat, quien aludió a la crisis como "estos momentos en los que vivimos", también dijo que "hoy más que nunca es necesario potenciar el papel y la responsabilidad que los ámbitos científicos, técnico, intelectual, educativo y empresarial tienen en nuestra sociedad, prestigiándolos y transmitiendo a todos, especialmente a los más jóvenes, una imagen positiva de ellos".

Manuel Marín, presidente de la Fundación Iberdrola, ofreció el discurso más atractivo en nombre de los patrocinadores de los galardones cuando apeló a "escuchar a los sabios" para superar los "tiempos de tribulación" que vivimos.

Marín celebró el acto: "Es bueno que una sociedad sepa premiar a los mejores". Ante las convulsiones económicas recientes, el ex presidente del Congreso de los Diputados defendió "una sociedad más educada y previsible". Lamentó los "sacrificios que conllevarán los difíciles momentos actuales, devastadores en términos de empleo", e invitó a "recuperar el papel social del intelectual, el investigador y el científico" en la búsqueda de un nuevo modelo económico, social y de bienestar al que apremia la "lógica". "Es necesario replantear el futuro en multitud de ámbitos", siguió Marín. Y se preguntó: "¿Por qué no llamamos a los sabios para que nos ayuden?". "Hay que atender a la mujer y al hombre sabio", sugirió Marín, "hay que llevar a los sabios al Gobierno, a la oposición, a los sindicatos, la patronal, las empresas, las cooperativas, las televisiones, radios, tertulias e, incluso, el fútbol". Marín concluyó: "Debemos volver al camino de la sabiduría porque necesitamos la referencia moral y científica de quienes han dedicado su vida al conocimiento para encontrar la mejor de las soluciones. Necesitamos que los sabios hablen y hablen mucho".