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Entrevista:CÉSAR BELDA | Decano del Colegio Notarial de la Comunidad Valenciana

"Hay que desburocratizar las escrituras"

Representa a 381 notarios de todo el territorio valenciano y sostiene que la suya es una "vocación de servicio" desde la que se puede hacer más fácil la vida de la gente. César Belda (Ontinyent, 1959), notario en Burjassot y decano del Colegio Notarial de la Comunidad Valenciana, está empeñado en la implantación de las nuevas tecnologías para simplificar trámites que permitan dotar de agilidad a las escrituras públicas.

Pregunta. A finales de 2008 ganó unas elecciones muy reñidas...

Respuesta. Nunca participó tanta gente y nunca un decano ganó por tan poco margen.

P. ¿Quiere decir que hay división entre los notarios?

R. Había dos enfoques, igualmente legítimos: defender ante todo el aspecto profesional y, como hacía nuestra candidatura, poner énfasis en el aspecto funcionarial.

"En el Índice Único se vuelcan todos los datos de todas las escrituras públicas"
"La digitalización aumentaría la utilidad de la escritura pública"
"Pretendemos que un archivo central recoja las voluntades anticipadas"

P. ¿A qué se refiere con eso? ¿A acentuar el servicio público?

R. El notario tiene una dualidad de funciones, como profesional y como funcionario. Como profesional, redacta los documentos de manera eficiente y asesora a las personas. Pero en el siglo XXI ese papel es insuficiente, por dos razones. Porque el notario puede constituirse como una oficina de servicios, con nuevas prestaciones capaces de simplificar y potenciar la escritura pública, solucionando problemas burocráticos a la gente. Hablo de pedir el NIF de las sociedades una vez constituidas, de verificar si los difuntos disponen de seguros de vida, etc... La segunda razón se deriva del hecho de que el notariado interviene en el cien por cien de las transferencias y los créditos de naturaleza inmobiliaria y en la mayor parte de las transferencias mobiliarias que no cotizan en Bolsa. Ahí existe una información y no arbitrar sistemas para que pueda ser utilizada por quien tenga interés legítimo es malgastar uno de los principales capitales del notariado.

P. ¿Hablamos de modernización y de nuevas tecnologías, de una puesta al día?

R. Por eso estamos apostando. Llevamos muchos años en ello y ese fue el compromiso cuando me presenté a decano. Hay muchos proyectos en marcha. En la mayoría necesitamos la colaboración de la Administración, que estamos obteniendo. Hay que desburocratizar las escrituras públicas.

P. ¿Por ejemplo?

R. Dar información de los hechos imponibles de los impuestos aligeraría los trámites para los particulares y facilitaría el trabajo de las gestorías, al tiempo que abarataría costes. La digitalización aumentaría la utilidad de la escritura pública.

P. ¿Y esa iniciativa está ya en marcha?

R. Está en marcha plenamente en Vizcaya, Santander y Asturias. Está en pruebas piloto en Galicia y Baleares. Funciona muy bien en Cataluña. Aquí en Valencia no estamos encontrando, de momento, respuesta de la Administración.

P. Pero la Generalitat tiene un proyecto de Ley de Administración Electrónica...

R. Se están haciendo muchos esfuerzos por parte de la Generalitat, pero no parece que ésta sea en concreto una de las prioridades.

P. ¿Cree que la gente entiende para qué ha de pasar por el notario?

R. Creo que se entiende bien cuando se ven las consecuencias. Pongo un ejemplo que se acentúa en estos tiempos de crisis. En Estados Unidos, el comprador de una casa tiene un doble miedo, el de no poder pagar la hipoteca, como le ocurre al comprador de aquí, pero también que la compañía que asegura al vendedor no responda por la propiedad. Aquí no existe ese miedo porque hay escritura pública. Aquí nadie duda.

P. El ciudadano tiene la impresión de que la notaría es un sitio donde se deja el dinero...

R. Existe una falta de conocimiento general de qué se paga y cómo. Cuando una persona dice que la escritura le ha costado 3.000 euros, ha de saber que al notario le ha pagado 300. El resto son impuestos, provisión de fondos para el pago del Registro etc...

P. ¿Pero hay algo que no les salga a cuenta?

R. Hay muchos documentos antieconómicos, como los testamentos, los poderes, las actas y algunos negocios hipotecarios.

P. Está en el debate social el tema de la transparencia, de qué es accesible por la ciudadanía y qué no. Eso afecta a los notarios.

R. Tenemos una fuerte disciplina interna sobre información, atención al ciudadano y reclamaciones por comportamientos erróneos. Intentamos ser todo lo transparentes que se pueda ser, que es mucho. Creo que, en la práctica, el ciudadano de a pie lo percibe.

P. ¿Pero es usted partidario de una ley de transparencia como la que propone el Gobierno, que dejaría claro a qué información se tiene acceso, en qué condiciones y mediante qué procedimientos?

R. Hace tres años recibimos el encargo de elaborar una herramienta que se llama el Índice Único Informatizado, donde se vuelcan todos los datos de todas las escrituras públicas de este país, día a día. En este momento, según el Ministerio de Hacienda, es la cuarta base de datos en importancia de España, y supongo que seguiremos escalando puestos. Recibe 1.500 consultas mensuales para operaciones de prevención del fraude, de persecución del terrorismo, de lucha contra el blanqueo de capitales, etc... Es la Administración, cuando acredita que tiene derecho a ello, la que consulta siempre casos particulares. Debe existir amparo legal o judicial para hacerlo. Implica un esfuerzo importante por parte de todos los notarios, pero, a decir de la Guardia Civil, de la Fiscalía Anticorrupción o del Ministerio de Hacienda, los resultados son inmejorables.

P. Tocamos aquí el tema de la corrupción. Se ha denunciado la complicidad de algunos notarios en escándalos urbanísticos...

R. Ha habido casos. pero son muy aislados. Muchas veces, el notario sólo ha sido el autorizador del documento público. Por ejemplo, en un supuesto de blanqueo de capitales en la Costa del Sol mediante la compra fraudulenta de inmuebles intervinieron, sin que pudieran detectar el carácter fraudulento de las operaciones, hasta 39 notarios. Ninguno tuvo posibilidad de detectar irregularidades. Para evitarlo, el Índice Único Informatizado está funcionando muy bien.

P. Póngame un ejemplo.

R. El Índice Único refleja en qué operaciones han intervenido intérpretes. Detectamos un supuesto en que un señor intervenía como intérprete libanés incluso en casos en los que todos los participantes eran españoles. Al final, se concluyó que el intérprete se encargaba de recibir el dinero de fuera y aplicarlo a las operaciones. En otro caso, un fontanero de 85 años constituyó 18 sociedades en un mes. Resultó ser un testaferro.

P. ¿Aspira el notario a convertirse en una especie de oficina única?

R. Teniendo en cuenta que en la escritura pública se concretan unos actos jurídicos y de ella se derivan otros, tendría sentido organizar ese punto para simplificar las cosas, sin tocar competencias bien asumidas por otros agentes sociales como pueden ser las gestorías.

P. Hay países donde no existen los notarios y parecen bastante felices...

R. Se dan dos tipos de justicia, la represiva y la preventiva. La primera, como en estados Unidos, se basa en un sistema judicial muy ágil y de ejecución inmediata. En el segundo caso, que es el nuestro, pese al esfuerzo de jueces, fiscales, secretarios judicial y el resto del personal al servicio de la Justicia, los medios de los que disponen están muy por debajo de las necesidades. La forma de evitar un atasco es observar el rigor en la formalización de los actos jurídicos, contar con una mayor garantía formal.

P. Cómo ha afectado la crisis económica a los notarios?

R. Hemos notado un descenso muy importante de compraventas. El rendimiento de las notarías ha bajado exponencialmente. Hay notarios que se están jubilando anticipadamente porque han llegado a perder dinero.

P. ¿En el futuro, desaparecerá el papel?

R. A medio plazo, no. Los sistemas digitales tienen el problema de la conservación. Hoy por hoy, el papel es un medio estable de conservación. Tenderemos a reproducirlo todo en archivo informático, que es la forma lógica de tratar la información, pero la escritura pública se conservará en papel.

P. ¿Qué objetivos tiene planteados el Colegio Notarial?

R. La creación de un archivo de protocolos del distrito notarial de Valencia, que acorte los plazos en el envío de las copias mediante formato electrónico, y la inauguración de una nueva sede en Alicante, que es la quinta provincia de España con más notarios. Por lo que se refiere a la relación con la Administración, pretendemos que las voluntades anticipadas puedan recogerse en un archivo central, de manera que sean consultables, por ejemplo, por las direcciones de los hospitales. Daría mucha tranquilidad a los médicos a la hora de tratar al paciente. Por otra parte, hemos encontrado muy buena recepción del presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, para desarrollar un convenio por el que los notarios podamos conocer qué cargas de contribución están pendientes sobre las propiedades y poder liquidar más ágilmente las plusvalías.

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