"Esto es una guerra a vida o muerte"

La volcánica Copa de África llega a su fase final tras el conflicto inicial por el atentado a Togo y las eliminaciones de favoritos como Camerún y Costa de Marfil. Egipto y Argelia (20.30, Eurosport) y Nigeria y Ghana (17.00) dirimen las semifinales de hoy. Es decir, lo habitual en el fútbol africano. El poder del Magreb contra el África profunda.

En Luanda se verán las caras, por tercera vez en tres meses Egipto y Argelia. Siempre más que un partido y tras dejar los fennecs sin Mundial de Suráfrica a los faraones tras el polémico partido de El Cairo y la repesca llena de incidentes en Jartum. Como era de esperar, el choque traspasa lo meramente deportivo para llegar, principalmente desde el bando egipcio, a una cuestión de Estado y a un ajuste de cuestas. El seleccionador de Egipto, Hassan Shehata, ha transmitido el sentir de los suyos: "Si hay un partido que ganar en esta Copa y quedarnos satisfechos es esta semifinal ante los argelinos. Jamás llegaríamos a una final con más alegría". Los jugadores no se han quedado atrás y dicen que ha llegado el momento de la venganza. "Esto es una guerra a vida o muerte donde nuestro honor está por encima de todo. Hay que mostrar nuestra verdadera cara y que el mundo vea que deberíamos habernos clasificado para Suráfrica", añadió la estrella egipcia, Zidan.

Veinte años después

Argelia, mientras, prefiere mantenerse al margen, como muestra su seleccionador, Raabane: "Egipto es el actual campeón y se merece nuestros respetos. Sabemos que es necesario jugar a la perfección para llegar a la final, pero hace 20 años que esto no ocurre y es el momento de devolver a Argelia al primer nivel. Ya lo hicimos clasificándonos para el Mundial y ahora callaríamos muchas bocas dejando fuera a los egipcios...".

El partido ha despertado gran expectación, pero curiosamente desde la Confederación Africana de Fútbol se insiste en que "no habrá especiales medidas de seguridad al no haber un masivo desplazamiento de hinchas de uno y otro país". Las previsiones más optimistas dan a un millar de seguidores argelinos y unos 300 egipcios. Todavía quedan muchas entradas a la venta. Y se espera un récord de transmisión televisiva, ya que incluso el partido se dará para América y Asia junto con Europa y el continente negro.