Robinho quiere irse a casa

Como si se sintiera finalmente liberado, Robinho anunció primero que quería dejar el Manchester City para regresar al calor del Santos, el equipo del que salió hace cinco años en dirección al Real Madrid, y horas después guió con una gran actuación a su actual conjunto en su clasificación hacia los octavos de final de la Copa de Inglaterra con su victoria sobre el Scunthorpe (2-4).

Robson de Souza, más conocido como Robinho (São Vicente, Brasil; 1984), no es feliz en Inglaterra ni en el fútbol inglés. Como tampoco lo fue previamente en el Madrid, en el que no se sentía valorado. "Es un momento difícil para mí", declaró en Rádio Bandeirantes, de Brasil; "los entrenadores aquí [en la Premier] son diferentes. Deciden un sistema, quieres adaptarte y no importa si eres alto o bajo. El técnico [Roberto Mancini] fue honrado. Me dijo que iba a jugar de vez en cuando. Le respondí que no me interesaba porque tengo la Copa del Mundo y necesito jugar".

"La situación financiera es importante, pero estar feliz también cuenta", añadió Robinho, que le costó al City la friolera de 42 millones en el traspaso del 1 de septiembre de 2008, auspiciado por la llegada al club de los Eastlands de un grupo inversor de Abu Dabi que prometía nuevas y exageradas ambiciones. Dieciséis meses después y, pese a un arranque prometedor, precisamente frente al Chelsea, el otro club que quería comprarlo, el rendimiento de Robinho ha sido decepcionante.

Robinho, en definitiva, quiere volver a casa. Eso es el Santos para él, el club que lo mimaba hasta el punto de considerarlo la mayor promesa del fútbol brasileño y el ojito derecho del legendario Pelé. El equipo con el que logró, en 2004, el Balón de Oro brasileño.

Salvo el Chelsea, la Copa de Inglaterra está perdiendo a sus favoritos. Ayer cayó el Arsenal frente al Stoke en el Britannia Stadium

(3-1). Antes fueron eliminados el Manchester United y el Liverpool. El verdugo del Manchester, el Leeds, de Tercera, empató frente al Tottenham (2-2) y habrá un partido de desempate.

El Inter tumba al Milan

El Inter dio ayer un gran paso para conquistar un nuevo scudetto con su victoria ante un decepcionante Milan (2-0).

El equipo de Leonardo desaprovechó la expulsión primero de Sneijder (m. 26) y, ya al final, de Lucio, previa a un penalti que Julio César paró a Ronaldinho. Marcaron Diego Milito (m. 10) y Pandev (m. 65) en el lanzamiento magistral de una falta con la izquierda.