"Al consejero de la Vivienda lo único que le preocupa es el agua"
Benjamín Muñoz, de 62 años, trabaja desde hace casi treinta y cinco años para la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Valencia. Es gerente de la asociación autonómica y vicepresidente de la española. Asume que se han producido excesos en los últimos años pero rechaza que la actual crisis inmobiliaria sea responsabilidad exclusiva de los promotores. Más aún, apunta como máximos responsables de los excesos de producción a las entidades financieras. "Hubo una época en que esto era barra libre, por cada proyecto había cinco directores de sucursales bancarias dispuestos a financiar hasta el 100%". Y también culpa a los bancos de la actual parálisis del sector. "La relación con la banca se ha desvirtuado completamente. Antes estaban dispuestos a renovar las pólizas de crédito a los clientes que conocían de toda la vida y que siempre habían cumplido. Ahora, en un consejo de administración donde no conocen a nadie deciden cortar por lo sano y no renovar ninguna póliza".
"Ni el Gobierno central ni el Consell han hecho nada por aplacar la crisis"
"La Comunidad Valenciana ya es de segunda fila pero no hacemos nada"
Pero en un discurso a borbotones carga, sobre todo, contra los políticos de uno y otro signo: "Ni el Gobierno central ni el Consell han hecho nada por aplacar la crisis del sector". Sobre el nuevo responsable de Vivienda, Juan Cotino, subraya perplejo: "Lo único que le preocupa es el agua".
Expertos del BBVA ofrecieron hace una semana un sombrío panorama a los promotores valencianos. Si España saldrá de la crisis dos o tres años después que el resto de Europa, la Comunidad Valenciana saldrá dos o tres años después que España. "Ni brotes verdes, ni nada. Hablar de recuperación es puro voluntarismo. El enfermo sigue teniendo fiebre y le siguen saliendo los mismos granos. La crisis es del sistema financiero mundial. Los bancos dicen que el sector inmobiliario les debe 325.000 millones. Los deben porque se los prestaron. Nadie les puso una pistola en la sien para que financiaran el 100% de la compra de vivienda a 40 años. Y ahora han cerrado el grifo", sostiene.
Pregunta. ¿Nadie se dio cuenta de que aquí construíamos más viviendas que en Europa junta?
Respuesta. Los bancos, lo mismo que los empresarios, creyeron que esto no tenía fin. Los activos inmobiliarios se estaban revalorizando al 17% anual. Si no lo vimos bien los empresarios tampoco lo vieron los bancos, que tenían los mismos gabinetes que ahora.
P. ¿También culpa los bancos por reaccionar, aunque tarde?
R. Si los bancos hubieran aguantado, el mercado nos hubiera llevado a nuestro sitio, como pasó en crisis anteriores. Como en los noventa, con acumulación de stock. Pero no con tensiones financieras. Se habrían renovado las pólizas, la gente seguiría disponiendo de hipotecas para comprar. Pero si a un motor se le quita el aceite, se gripa.
P. Los promotores, ¿cómo han reaccionado?
R. Hemos reaccionado en cantidad y en precios de forma ejemplar. De 800.000 viviendas que se acabaron en 2007, 200.000 se van a acabar este año. Hay que tener en cuenta que somos un portaviones. En 2006 levantamos el pie, pero las viviendas en construcción hay que terminarlas, si no, no valen nada. El ajuste ha sido vertical, la curva es un precipicio. En precios también nos hemos ajustado de manera ejemplar. Bajar más es entrar en pérdidas escalofriantes.
P. ¿Forzarán nuevas bajadas los bancos?
R. Los bancos tampoco van a hacer el loco. Se han quedado viviendas en dación de pago y las han valorado en sus balances como activos. Si venden por 5.000 lo que valoran en 10.000 tendrán que provisionar y dar pérdidas. Y eso, los bancos lo tienen difícil.
P. ¿Se puede rescatar el sector inmobiliario?
R. Igual que se puede ayudar al automóvil. Es sentar a los bancos y negociar, ¿qué créditos extraordinarios necesita usted para renovar esa póliza? ¿Cómo puedo ayudar a los que tienen hipotecas? ¿Cuánto pueden ustedes bajar la vivienda? Hace dos años, la asociación nacional ofreció al Ministerio de Economía y al de Vivienda bajar las viviendas hasta el 30%. Los empresarios no querían hablar de cifras pero los negociadores nos arrancaron un 30% en la mesa. Pero el Gobierno no tuvo el valor de ayudar a los promotores.
P. ¿Por qué?
R. Porque todo el mundo decía, con lo que han ganado, todos con barcos, todos presidentes de clubes de fútbol, un bulo social, que habíamos roto España, que habíamos roto el paisaje, que habíamos especulado. Hay mucho de cierto en lo negativo, pero éramos el 17% del PIB, habíamos creado dos millones de puestos de trabajo, cada vivienda generaba dos y medio puestos de trabajo en la industria auxiliar. Nadie veía lo que me comentaba ayer un taxista: "Compré una casa por cuatro millones y la vendí por 21". El Gobierno no tuvo valor. Fue más político que económico.
P. ¿Cómo ha reaccionado el Consell?
R. Esto de las autonomías es una locura. Cuando el Gobierno central dice algo, el gobierno autonómico dice que es malísimo. Pero si pedimos un plan para Valencia la respuesta es: "No puedo porque el plan del Gobierno dice tal y cual". Bien, pues tal y cual y tú tienes que poner tantos millones: "Ah, no, es que ese plan es contra Valencia, es que quieren arruinar a Valencia". Eso es así. Nos ofrecen desaladoras y en lugar de decir que sí, que las hagan empresas valencianas y que, además, queremos el trasvase, un señor que se llama Esteban González Pons, que ahora es no sé qué en el PP, dice que no, que cierra el camino, que prohíbe el paso de los camiones. Las cuentas públicas son de ruina y aquí están con enseñar la Constitución en inglés. Los empresarios que hemos que tenido que despedir gente que lleva años trabajando con nosotros, que no sabemos como vamos a pagar la nómina a fin de mes, estamos perplejos.
P. ¿Le han planteado algún plan concreto?
R. Llevamos un plan al Consell. Nos comprometimos a bajar precios, a limitar la superficie de viviendas libres, diseñamos un plan de avales ante el Instituto Valenciano de Finanzas para una línea para la compra vivienda... Y todo se ha quedado en 20 reuniones, 40 estudios y cientos de folios de trabajo. Del director general, al subsecretario, a la secretaria y, finalmente, el consejero Juan Cotino dice que lo único que le preocupa es el agua. A nosotros también nos preocupa el agua, pero nosotros hacemos vivienda...
P. ¿No atienden?
R. El Consell está en las regatas, en la fórmula 1, en El Cabanyal... La Comunidad Valenciana ya es de segunda fila. Pero no hacemos nada. El Gobierno central nos da ordenadores y aquí no los queremos porque los niños se quedan ciegos.
P. ¿Qué porcentaje de la deuda inmobiliaria corresponde a suelo?
R. Eso es lo que me preocupa. Se estima que unos 80.000 millones de euros. El problema es que la maduración del suelo puede tardar de ocho a nueve años, todo un ciclo económico. Hay gente que arrancó la tramitación de un PAI en 2002 con todas las expectativas y llegó 2008 y todavía estaba rellenando papeles en la consejería.
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