La igualada sólo alivia al Almería

La estupidez de Piatti, expulsado a falta de 23 minutos tras golpear absurdamente el balón cuando ya estaba amonestado, pudo costarle más cara al Almería. En principio, frustró la reacción del equipo dirigido por Juan Manuel Lillo, quien se sobrepuso al tempranero gol del Tenerife, a los dos minutos, para empatar por mediación de Goitom en el 60. Fue el primer tanto del delantero sueco en su primer encuentro como titular. Con él se tuvo que conformar el Almería, que, poco a poco, intenta alejarse de la zona de descenso, a la que ahora cae el Tenerife. No supieron los jugadores del cuadro isleño aprovechar su superioridad numérica, salvo en un gran contragolpe que Alves desvió de forma milagrosa a saque de esquina. Ya acumulan cinco partidos sin ganar.

Lastrado por la expulsión de Piatti, el Almería lo intentó siempre, aunque su mejor elemento, Crusat, atraviesa un bache de juego evidente. Lo mejor de los andaluces radicó en la veteranía de Soriano, quien mantuvo la clarividencia suficiente para dar el pase de gol a Goitom. Sin la aportación de los veloces Crusat y Piatti, el juego del Almería sufre mucho. Por el momento, Lillo no muerde el polvo tras tres encuentros: un triunfo y dos empates.