El Alcorcón se baja de la carroza
El Racing vence a los verdugos del Madrid, imprecisos y con varios jugadores irreconocibles
Primera llegada y gol. Así de duro fue el despertar del Alcorcón en Copa. En el sorteo rezaron para que les tocara el Barça, pues le tocó el Racing. Un Racing que tardó 30 minutos en acercarse a la portería del conjunto amarillo pero al que le bastó con eso, una jugada a balón parado, para adelantarse en el marcador y frenar el empuje de los locales. No tuvieron suerte Borja, ni Sanz, un gigantón de dos metros, tampoco Sergio Mora. Entre los tres, y con los pases de Ernesto y Carmelo, arrinconaron a los cántabros en su área pero no tuvieron la misma lucidez que contra el Real Madrid el 27 de octubre.
Y eso que, por si acaso, cuando el árbitro lanzó la moneda, los locales pidieron atacar de izquierda a derecha, como hicieron contra los blancos. Pero el Racing no fue el Madrid. Y por si hacía falta dejarlo claro, puso las cosas en su sitio nada más empezar la segunda parte, por mucho que los seguidores locales no pararan de cantar "El año que viene: Racing-Alcorcón
ALCORCÓN 2 - RACING 3
Alcorcón: Juanma; Nagore, Íñigo López, Borja Gómez, Bermúdez; Ernesto (Béjar, m. 58) Carmelo (Alberdi, m. 75), Mora, Vara; David Sanz y Borja (Geremy, m. 58). No utilizados: Eladio y Diego Cascón.
Racing: Mario; Christian, Moratón, Torrejón, Oriol (Crespo, m. 46), Arana, Lacen, Colsa, Serrano (Luis García, m. 75); Geijo y Xisco (Tchité, m. 65). No utilizados: Coltorti y Toni Moral.
Goles: 0-1. M. 31. Christian. 0-2. M. 47. Geijo. 1-2. M. 57. Íñigo López. 1-3. M. 62. Moratón. 2-3. M. 87. Borja Gómez.
Árbitro: Ramírez Domínguez. Amonestó a Oriol, Íñigo López, Arana y Crespo.
Unos 3.000 espectadores en el Municipal de Santo Domingo.
[deseando el ascenso de su equipo y que el rival baje de categoría]". No habían pasado ni 60 segundos cuando Geijo marcó el segundo tanto. Miguel Ángel Portugal lo había advertido: "Seríamos tontos si no hubiésemos aprendido la lección". Se refería, claro, a la lección que los de Anquela dieron al Madrid de Pellegrini.
Han pasado dos meses y medio desde aquella victoria histórica (4-0) y en Santo Domingo siguen las costumbres de siempre, menos la del cuento de hadas. Un puesto donde tomar un caldito a 1,10 euros en una de las esquinas del estadio; otro donde tomar bocadillos a 3,50 y cervezas a 1,70 justo en la entrada; serpentinas de gente en los aledaños del estadio buscando la puerta de acceso idónea por la que entrar... hasta el orden de las canciones que puso el speaker a todo volumen durante el calentamiento (y no, en su banda sonora no figura Paquito el chocolatero).
En la minúscula sala de prensa contigua, aparecieron, mientras, dos estufas eléctricas. Detrás de tres ventanas enormes por las que se ve el palco y el campo, unos 60 periodistas esperaban impacientes, hace dos meses y medio, que Pellegrini y Valdano contestaran a un sinfín de preguntas. Anoche, había tan sólo cuatro periodistas. El despliegue policial, eso sí, se correspondía a las exigencias de un partido de Copa. Mientras, como dijo un policía, "en un partido de Liga como mucho venimos seis", ayer había unos 80. El césped del Santo Domingo tampoco fue el mismo en el que se encallaron Raúl, Guti y compañía. La lluvia de las últimas semanas lo transformó en un patatal de barro.
Ahí dentro parecían desplazarse a gusto los jugadores de Anquela. Pero Juanma, ex del Atlético, el meta contra el que se estrellaron Van der Vaart y Van Nistelrooy aquel 27 de octubre, el meta que lo paró todo, se transformó anoche de repente en un ser terrenal y regaló dos de los tres tantos del Racing. Nagore también sufrió la misma transformación; se convirtió en un jugador opaco. La remontada, con estas premisas, se hace casi imposible. Incluso para el equipo de Segunda B que un día de octubre humilló al Madrid de los 250 millones de euros gastados en fichajes.
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